Oro y plata Óscares 2025

Este domingo 2 de marzo se celebrará en Hollywood la nonagésima séptima entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Año con año, como es costumbre, se premia más con base en la popularidad y el “mensaje” político que se requiera respaldar. Es raro, aunque no imposible que se premie la verdadera excelencia. Así, revisando la lista de las ganadoras, es posible encontrar verdaderos adefesios, completamente olvidables, que en su momento obtuvieron la estatuilla gracias a una gran campaña en su favor.

El problema se hace más grande y absurdo desde que, en aras de incrementar los números de audiencia, las nominadas a mejor película pasaron de ser cinco a diez, obviamente incrementando la terna con cintas que, lejos de ser merecedoras de reconocimiento, sí son del agrado del público masivo. Este año, de las diez nominadas, sólo cinco deberían estar ahí. Las demás simplemente son populares, y al menos una, es ahora inexplicable.

De las que realmente valen la pena, varias han cosechado premios en muchas otras ceremonias. Todo podría indicar que Anora de Sean Baker lleva la ventaja, después de haber recibido los premios de los gremios de directores, productores y escritores, además de la Palma de Oro en Cannes. Anora es un logro absoluto por parte de Sean Baker, una cinta que salta constantemente de un género a otro haciendo que la hazaña parezca fácil, con un elenco formidable encabezado por la encantadora Mikey Madison. Definitivamente la más disfrutable de todas las películas nominadas.

Pero recordemos que a la academia le encanta el “mensaje” y este año ha sido especialmente importante en ese aspecto. Por ello, El Brutalista, la monumental obra de Brady Corbet, de tres horas y media de duración, filmada en Vista Vision y abordando temáticas centrales del alma de los Estados Unidos (inmigración, capitalismo, explotación, racismo) tiene una gran posibilidad de llevarse el premio.

Sin embargo, siendo fiel a su trama, Cónclave puede tener las piezas correctas sobre el tablero para llevarse la noche con su mensaje explícitamente anti conservador. Sería buen golpe de la Academia encumbrar una obra donde un mexicano, sexualmente diverso, triunfa sobre la ambición, el racismo y la ortodoxia; en un momento histórico en que el destino global está en manos de “hombres pequeños interesados únicamente en el poder”. Otra cinta que, desafortunadamente, día con día se vuelve más relevante, es Aún sigo aquí, basada en una historia real sobre los desaparecidos durante la dictadura en Brasil de los años setenta. La actuación de Fernanda Torres es impresionante.

La sustancia, una alegoría sobre la cosificación femenina en forma de fábula de terror, ha causado revuelo desde su estreno en Cannes (donde ganó mejor guión), se puede sintetizar como la amalgama femenina de Dorian Gray/Jekyll y Hyde, desde el punto de vista de Norma Desmond (Sunset Boulevard). Demi Moore tiene posibilidades después de recibir el premio del gremio de actores.

El resto de las nominadas no tendrían nada que hacer ahí. Wicked un musical tradicional, aunque con ideas sorprendentes (otra advertencia sobre el fascismo). Un completo desconocido, biopic pedestre. Duna Parte 2, la cura para el insomnio. Emilia Pérez, un monumento al alma, absolutamente camp, de la cultura popular mexicana, que ha desencadenado las más ridículas sensibilidades patrioteras. Y finalmente Nickel Boys, una invitación a ver el mundo desde la visión negra, con un despliegue del uso de cámara en primera persona, que no puede evitar gritar ¡Mírenme!

Al final del día, Anora podría arrasar, sin embargo, ya no es necesario, Sean Baker ha demostrado su maestría, y Mikey Madison su inmensa capacidad. Cónclave es definitivamente el mensaje requerido, si tan sólo una película pudiese cambiar el mundo…