Desarrollo con perspectiva de género

En vísperas del día internacional de la mujer, reconocemos los avances logrados en la lucha de los derechos humanos, sociales y políticos de la mujer durante el último año hacia un mundo igualitario y libre de violencia y discriminación.

En el ámbito profesional, es motivo de conmemoración los pasos dados en cuanto a educación, desarrollo y posicionamiento de liderazgo de las mujeres.

Sin embargo, aun nos falta, y sé que actualmente tenemos muchos problemas en el país, pero la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres no debería de ser uno de ellos.

Por ello, recapitulamos algunas reflexiones al respecto:

La educación de las mujeres y niñas en todos niveles es fundamental. El alcance de la mujer a la educación superior y a programas de liderazgo le da herramientas para escalar a mayores posiciones en las organizaciones públicas y privadas.

El trabajo en equipo se traduce en éxito. En las mejores empresas, mujeres y hombres trabajan juntos para alcanzar los objetivos de la organización alineándolos a sus metas individuales.

Es necesario fomentar la corresponsabilidad en los hogares. En el ámbito familiar, mujeres y hombres exitosos hacen equipo de la manera que mejor les funcione en cuanto el cuidado del hogar y de los hijos.

El desarrollo de talento de las personas trabajadoras es independiente del género. Las buenas empresas, más que cumplir con una cuota de género, valoran el talento de las personas trabajadoras por igual, e invierten en su desarrollo para dar respuesta a sus necesidades cambiantes del entorno y la empresa.

Según la organización internacional del trabajo (OIT), la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor debe protegerse en la ley y promoverse en la práctica. Una transparencia salarial y una evaluación de desempeño neutral respecto al género, pueden ayudar a cumplir ese objetivo.

Las empresas que han adoptado la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-025) en un esfuerzo voluntario para impulsar políticas con perspectiva de género y no discriminación en las empresas, además de obtener la certificación respectiva, han logrado resultados muy exitosos.

En el sector público, el medir y visibilizar las brechas de género ha sido necesario y útil para reducirlas y para diseñar políticas que impulsen el crecimiento de las mujeres en instituciones de gubernamentales.

El sumar más mujeres trabajadoras al mercado laboral es muy importante para aumentar el PIB en México. Pero más que sumar más mujeres a la economía, el lograr cerrar brechas de género y que la mujer avance a posiciones de liderazgo serían factores claves para la mejora económica de México. Lograr la movilidad social de la mujer, sería estupendo para alcanzar mayores indicadores en nuestra economía.

Hay mucho que hacer aún empresas y gobierno para un mundo más equitativo, para que las siguientes generaciones de mujeres tengan más oportunidades para alcanzar su potencial, desarrollar sus capacidades y potencializar sus logros contribuyendo así al desarrollo económico de nuestro país.

•  *- La autora es Contadora Pública Certificada especialista en Seguridad Social.