72 Partidos políticos nuevos: Un abuso

Con la novedad de que el Instituto Nacional Electoral acaba de autorizar a 72 de las 89 organizaciones ciudadanas que notificaron su intención de convertirse en partidos políticos a continuar con el proceso. Doce más siguen pendientes de respuesta, mientras que cinco han sido rechazados por no cumplir con los requisitos.

Esta posibilidad se abre cada 6 años y solo se da en el mes de enero del año siguiente al de la elección de Presidente de la República.

Cabe señalar que de las 72 solicitudes actuales, el INE tiene que hacer una depuración y cumplir con los requisitos que marca la Ley, que entre otras cosas pide celebrar asambleas en por lo menos en 20 entidades o en 200 distritos electorales, que en esas asambleas participen 3,000 afiliados por entidad o bien 300 por distrito electoral, constatando que en dichas asambleas no participen organizaciones gremiales o políticas, pero sobre todo acreditar contar con el 0.26% del padrón electoral.

Afortunadamente, el registro de nuevos partidos no implica incrementar el monto total de su financiamiento público, pues existe una fórmula que se basa en el número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y de aumentar el número de partidos, lo que ocurrirá es que se dividan el pastel que este año es de poco más de 7 mil millones de pesos, cantidad nada despreciable y que muchos de estos malogrados partidos han abusado en el pasado de los recursos públicos sin mayor recato, como ocurrió con aquel partido político denominado Partido de la Sociedad Nacionalista en el cual marido, mujer e hijos controlaban los recursos y candidaturas y fueron incluso acusados por malversación de fondos después de que perdió el registro.

En esta ocasión, entre las agrupaciones que pelean su registro se encuentran el Partido Fortaleciendo las Tradiciones y el Empleo, conformado por creadores y organizadores de peleas de gallos, el Partido Justicia Social, integrado por miembros del Sindicato de Policías. También destaca Somos México, heredero de la Marea Rosa.

Los solicitantes son de diferentes espectros políticos, por ejemplo de extrema derecha se encuentra el Partido Viva México del actor y productor de cine Eduardo Verástegui, quien goza de la amistad del presidente Donald Trump.

Fernando González, yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, ahora unido con empresarios de Querétaro, incluido el exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez y hasta el exdiputado federal Hugo

Eric Flores, quieren crear el MURO, Movimiento Único de Renovación Opositora.

Las agrupaciones de izquierda también son variadas, como la de los “chuchos” que manejaron el PRD con su partido Ciudadanos Unidos. También está el Partido Plataforma Comunista de México se declara en contra de la “miseria y barbarie del capitalismo” y que está formado por grupos campesinos y luchadores sociales.

El PINPO, Partido Indígena Nacional de Pueblos Originarios, simpatiza con el subcomandante Marcos y busca que otros grupos dejen de usar a los indígenas como “mercancía y acarreados”.

Hay también un Partido Colosista, declarado de izquierda y que representa a la “auténtica lucha del pueblo”.

Otros grupos buscan su registro como el de Pedro Kumamoto y diversos exgobernadores, entre otros.

Ojalá que por lo menos exigiéramos el famoso: “sin voto no hay dinero” a los nuevos partidos políticos.

• *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.