Y qué esperaban
En una de las acaloradas sesiones de la Liga Municipal de Béisbol de Tijuana, algunos delegados se atrevieron a hacer lo que no se han atrevido, presidentes de otros circuitos: reclamar al paladín de la normatividad.

En una de las acaloradas sesiones de la Liga Municipal de Béisbol de Tijuana, algunos delegados se atrevieron a hacer lo que no se han atrevido, presidentes de otros circuitos: reclamar al paladín de la normatividad.
Una novela que lleva ya varios capítulos esta del circuito azul, que no ha podido llevar a cabo elecciones para renovar su mesa directiva.
La Liga Municipal es una asociación civil y, por ende, las decisiones deben ser tomadas por los integrantes, en este caso, los delegados de equipos.
“Nadie está por encima de la asamblea” es una frase que usa muy seguido el paladín de la normatividad, pero eso fue precisamente lo que hizo, en su calidad de presidente de la Asociación Estatal de Béisbol de Baja California, organismo que tiene secuestrado desde hace más de 20 años, manejándola a su antojo.
Impidió la participación de dos planillas que aspiraban a sustituir a la directiva encabezada por Fernando Santiago, pasando sobre la soberanía de la Liga Municipal, que, repetimos, es una asociación civil y nadie puede estar encima de ella.
Cierto, el paladín es, aunque a muchos no les parezca, el máximo dirigente del béisbol en Baja California, puede avalar el proceso, pero no ser él quien decida los que puedan ser o no candidatos.
Desde la primera vez que fue el paladín a la junta de la Liga Municipal, quiso imponer una comisión reorganizadora, pero ante los reclamos de algunos delegados, no se pudo.
Los reclamos siguieron en posteriores juntas y en una de estas, algunos delegados lo “invitaron” a que abandonara el salón de sesiones, a lo que se negó, esgrimiendo su arma favorita, la normatividad.
Inclusive, los delegados intentaron impedir que la persona que estará al frente de la comisión reorganizadora subiera al estrado.
A raíz de estos reclamos, le cayó la voladora a Arnulfo Cuevas, Freddy Guevara, Adolfo Arroyo, Alejandro Herrera y Ángel Robles, a quienes se les aplicó una suspensión indefinida del béisbol federado.
Esta resolución se dio a conocer en un oficio que circuló en las redes sociales, pero ninguno de los sancionados ha sido notificado oficialmente de su castigo.
Al final si hubo comisión reorganizadora, que se encargará de convocar a elecciones en un plazo no mayor de 90 días, claro, sancionadas por el paladín de la normatividad.
Horacio Pérez preside esta comisión reorganizadora, que tiene como vicepresidente a Jesús Gutiérrez, Max Ávila es el tesorero y de la anterior directiva sólo dejaron al profesor Viramontes, que ocupaba el puerto de secretario.
Ya hay una planilla para contender por la presidencia, la que encabeza Palazuelos, elemento del equipo Correcaminos, confiado en obtener la presidencia, pues no se han registrado más candidatos.
Hay una marcada división entre los delegados de equipos del circuito azul, hay quienes quieren seguir en la Asociación Estatal y otros más, hacer su béisbol fuera de la normatividad.
Como datito, el oficio del paladín de la normatividad, el texto está dirigido a los delegados de la Liga Municipal y a la comisión reorganizadora “impuesta” por la Asociación Estatal, así está escrito, aunque para verse más decente pudo utilizar la palabra “avalada”.
Ya no hay más espacio para los Apuntes y hasta aquí llegan…por hoy.
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