Se quejan de agentes

Y para aquellos que pensaban que las cosas no podían ir peor, el desengaño llegó muy pronto, los agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad que han tomado el control de la vigilancia de Rosarito han demostrado a pulso, que sí se puede ir más abajo.

Los rosaritenses -algo poco creíble pero cierto- ya están pidiendo que regresen los policías municipales, pues ya no sienten lo duro sino lo tupido ante tanta arbitrariedad que cometen los policías estatales, quienes incluso para levantar una infraccioncita de tránsito sacan armas largas para detener al despistado infractor. De hecho, a través de las redes sociales, ya empiezan a surgir historias como el que estos policías llegaron a una propiedad donde había gente de la construcción y armaron todo un operativo, cortando cartucho y todo el show, para revisar un “colado”, porque en realidad, no había nada más en el sitio.

Amén de esto, las quejas por la desatención a los cotidianos reportes empiezan a hacer mella en el ánimo de la gente pues por poner un ejemplo, una mujer que era golpeada por su pareja, tuvo que aguantarse porque la policía nunca llegó.

Se sabe que una buena parte de los policías municipales ya realizaron sus exámenes de control y confianza, pero no pueden integrarse a las filas hasta que obtengan resultados aprobatorios, mientras tanto no está demás por lo menos aventarse un rosario, rogando a dios no encontrarse a los estatales en su camino, porque seguro por lo menos le sacan un buen susto, si bien le va.

Revés a las mascotas

Y hablando de otro tema, sin duda es más que lamentable que las campañas de esterilización de gatos y perros que organizaba mensualmente la Fundación Baja California Spay Neuter, de manera gratuita, se vayan de Rosarito.

Su representante Robin Hunter, posteó un aviso a través de la cuenta de Facebook de la asociación, indicando la suspensión de estas campañas que se llevaban a cabo en el Centro de Control Animal del Ayuntamiento de Rosarito, argumentando “falta de fondos”.

Lo cierto es que las cosas andan muy enturbiadas en esa área, a tal grado que su coordinador Jaime Urrea, renunció al cargo y se presume que a raíz de esto, la asociación decidió poner punto final a su trato con el ayuntamiento. Lo malo de todo esto, es que se frenan los esfuerzos para combatir la proliferación de perros y gatos callejeros, algo en lo que el ayuntamiento no solo el reciente sino los anteriores, no alcanzan ni siquiera una estrella.

Las presiomes de la Chely

Comentan que la diputada federal Araceli Brown no quita el dedo del renglón y está presionando a más no poder por querer meter a su cuñada, Miriam García Aguirre, para dirigir el Cecut.

Dicen que en lugar de andar en su labor como legisladora federal, está más enfocada en ver cómo truncar la llegada de otros para meter a su familiar, una historiadora. Ya cuando fue alcaldesa de Rosarito también favorecía a sus cercanos, como su ex esposo, Mario Alberto Serrano, quien fue proveedor del Ayuntamiento.

Ahora, quiere hacerle el favor a su hermano Sergio, queriendo empujar para que entre su esposa.

Tal parece que a algunos políticos, no les va a caer en gracia la ley sobre el nepotismo.

Liberación

El que apenas asumió el cargo, pero ya se fue de nuevo a Ciudad de México es el nuevo secretario de Seguridad Pública de Tijuana, José Alejandro Avilés Amezcua.

El martes pasado el Cabildo aprobó su nombramiento y el miércoles por la tarde se le vio rumbo al aeropuerto. Como ese día estaba el cierre por la protesta, varios medios lo vieron llegar, pero no para ver en qué podía mediar en el conflicto, sino para tomar otro auto que lo llevara hasta la terminal aérea.

Por cierto, curioso resultó que en la liberación de las vías al aeropuerto haya habido quién dijera que el Municipio contribuyó con ello.

Y es que desde el primer momento, el alcalde Ismael Burgueño pintó su raya en el tema y dijo que no era algo municipal, sino que correspondía al Estado y Federación. Así que ni siquiera mandó supervisión, apoyo o intento por negociar, a pesar de que no solo era el cierre para los que viajaban, sino en las calles alrededor, y mucho menos tuvo que ver el Municipio en el levantamiento del plantón.