Las palabras son poderosas
“Probables imposibilidades son preferibles a imposibilidades probables” Aristóteles
El pasado miércoles falleció Octavio Caballero Gutiérrez, Tallo para los amigos, y para un servidor Tocayo. En la homilía de la misa de su funeral el sacerdote (Padre Yaco) destaca como el pasado 31 de enero había estado en Misa festejando su cumpleaños, y prácticamente 45 días después se despide de este mundo , dando a resaltar así la fragilidad de la vida. Y esto es algo muy sabido que sin embargo se nos olvida. En esta ocasión para todos los que estamos en el último tercio de la vida conviene recordar estas cinco frases que podemos decirnos todos los días al despertar para así tener una vida fructífera, como lo fue la de Octavio Caballero. Estas frases las tomé de una charla del Dr. Jordan Petersen.
CUÁLES SON
La primera afirmación es : todavía estoy aquí, y esto significa que tengo algo que hacer, hay un propósito que alcanzar, que los mejores días están por delante, que tengo sabiduría que compartir, amor que brindar, ayudar a los demás.
Una segunda afirmación es: no voy a perder energía en cosas que no puedo cambiar. Ahora resulta que todo mundo es experto en aranceles, o en señalar los defectos o virtudes de Trump o de la cuatro t, o de la guerra comercial de China con Estados Unidos, temas muy interesantes pero que la mayoría de nosotros francamente no tenemos mucho que opinar o que incidir. Mejor ocuparnos de las cosas que sí podemos cambiar. Cuando te enfocas en esto la vida de este modo es más interesante y menos frustrante.
Tercera frase: me voy a tratar con la misma amabilidad y cariño con que trato a los demás. Es muy bueno que tengamos espíritu de servicio y comprensión con los demás, pero results sue con nosotros mismos somos los más críticos y sin perdonarnos los errores cometidos. Cuando nos tratamos con cariño nos ayuda a tener más paz en la vida y los días son más ligeros. Los errores cometidos en el pasado no los podemos cambiar pero sí podemos aprender de ellos, esa es su utilidad.
ÚLTIMOS DOS
La cuarta: me voy a enfocar en lo que todavía puedo hacer no en lo que he perdido. Conforme uno envejece va perdiendo facultades o habilidades, pero eso no significa que no tenga ya nada que aportar. Y cuando uno se enfoca de esta manera empezamos a tener más regocijo que tristeza, a ver oportunidades donde otros ven obstáculos. Esta es una gran ganancia.
Y la quinta: voy a encontrar en este día algo por lo cual agradecer, y esto puede ser desde haber contemplado el amanecer, una taza de café, algo que me provocó una buena carcajada, incluso en una pérdida, en una tristeza podemos encontrar algo que nos ilumine y agradezcamos.
CONCLUSIÓN
Estimado lector hay que tener mucho cuidado con las palabras que utilizamos, con las frases que nos decimos, porque estas moldean los pensamientos que tenemos, de los cuales se derivan las emociones, que nos llevan a las acciones que determinan nuestros resultados, y por lo tanto la calidad de nuestra vida. ¿Te late? Feliz domingo!
- *- El autor es socio del Despacho Asesores Ballesteros.
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