Homicidios o desapariciones
“El crimen hace iguales a todos los contaminados por él.” Lucano

A propósito del hallazgo de un verdadero campo de exterminio en Jalisco, descubierto no por ninguna corporación policiaca, sino por un grupo de ciudadanos en búsqueda de sus seres queridos, denominado “Colectivo Guerreros buscadores Jalisco” y que según los primeros indicios, se estima que en los últimos 12 años fueron enterrados más de 1,500 personas, se abre el debate sobre la pobre actuación de las autoridades de Jalisco que increíblemente, en más de una década, nunca tuvieron “conocimiento” de este dantesco lugar.
Efectivamente, algunas personas entrevistadas recientemente y que se consideran sobrevivientes del macabro rancho, han narrado que en ese lugar se practicaban actividades criminales como torturas, asesinatos, desmembramientos, violaciones, pedofilia y otros delitos, cometidos presuntamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación, usando incluso estas instalaciones como centro de reclutamiento para sus futuros miembros.
Frente a estos terribles hechos, surge la duda sobre el incremento exponencial de desaparecidos, como los ocurridos en el Rancho Izaguirre en el Municipio de Teuchitlán, contra una baja en el número de homicidios perpetrados en el País.
Una explicación por demás simple nos lleva al hecho de que la desaparición es un crimen con pocos reflectores y que además, se deja en manos de organizaciones como “Madres Buscadoras” u otros grupos ciudadanos, la tarea más compleja y peligrosa que es realizar búsquedas por todo lo largo y ancho del país, contando acaso con algún apoyo para gasolina y picos y palas por parte de la autoridad a quienes estos heroicos grupos les hacen la tarea a las distintas fiscalías del País.
Así es que, después de muchos meses y años de búsqueda, los grupos buscadores, dan con algún cementerio clandestino y es entonces cuando la autoridad, toma cartas en el asunto y con trabajos permite a los ciudadanos conocer los resultados de ADN o cualquier otra prueba que les permita concluir que finalmente han encontrado a sus seres queridos y con ello, prácticamente se cierra el caso, sin importar si se reclasifica como homicidio o queda simplemente como una desaparición con resultados tangibles.
Según la asociación ciudadana “Causa en Común”, los delitos de desapariciones forzadas, son los que tienen el mayor índice de impunidad, con más del 99% por ciento, por lo que quien los comete, tiene la seguridad de que no será juzgado por ello, pues influye el hecho de que los cuerpos son quemados y sus cenizas diseminadas en diversos lugares, lo cual imposibilita en la mayoría de los casos, a una identifiy cación oportuna y completa que lleve a la captura de los responsables.
Es por ello que el Episcopado Mexicano, ha expresado recientemente, su preocupación por el hallazgo del crematorio clandestino y el aumento de desapariciones en el país, a lo que la Presidenta Sheinbaum ha señalado que “el Episcopado no tiene la información correcta” y anunció que la secretaria de Gobernación establecerá comunicación con los obispos para aclarar los datos.
Fernando Escobar, Investigador de Causa en Común, publicó que según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, los homicidios dolosos en el País, han tenido una disminución pero las desapariciones, se han disparado, indicando que explicó que a nivel nacional en el 2024, se registraron poco más de 13 mil 500 personas desaparecidas y como muestra enero de 2024, donde los homicidios fueron de 994, contra 1,346 desapariciones.
- *- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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