Tijuana, una ciudad que se rezaga de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad

Los resultados del Índice de Competitividad Urbana 2024: Tijuana se encuentra en el lugar 19 de 20 ciudades evaluadas de más de un millón de habitantes, una posición que refleja no solo un rezago preocupante, sino una clara señal de que el modelo de desarrollo de la ciudad enfrenta serios desafíos estructurales.

Por años, Tijuana ha sido vista como un motor económico del noroeste de México, sin embargo, esta nueva medición deja en evidencia que el crecimiento económico no ha ido de la mano con una mejora en competitividad.

Uno de los factores más alarmantes que explica la baja posición de Tijuana es la inseguridad. La ciudad ha sido golpeada por la violencia en los últimos años, y los altos índices de homicidios, robos y percepción de corrupción estatal generan un entorno poco favorable para la inversión y el desarrollo económico. El sector empresarial ha señalado en múltiples ocasiones que la inseguridad impacta directamente la llegada de nuevas inversiones y la retención de talento. Sin medidas contundentes, el deterioro del entorno de negocios seguirá afectando su desempeño.

Tijuana enfrenta un problema crítico en infraestructura y movilidad. El crecimiento poblacional desordenado y la falta de planeación urbana han generado una crisis en el transporte público, congestionamiento vehicular extremo y deficiencias en servicios básicos de alumbrado, alcantarillado, y servicio de agua.

Pese a ser un hub logístico clave para la exportación e importación, la ciudad carece de un sistema de movilidad eficiente que le permita aprovechar al máximo su ubicación estratégica. Si no se invierte en infraestructura vial y transporte público de calidad, la competitividad de la ciudad seguirá desplomándose.

El mercado laboral de Tijuana es uno de los más dinámicos de México, pero la informalidad sigue siendo elevada y muchas industrias dependen de mano de obra barata sin garantizar estabilidad ni acceso a seguridad social.

Tijuana necesita un giro hacia empleos de mayor valor agregado, lo cual solo será posible con mejores condiciones laborales, incentivos a la formalidad y una apuesta real por la capacitación y la educación tecnológica. Si bien Tijuana tiene un sector manufacturero fuerte, su dependencia del comercio con Estados Unidos la hace vulnerable a cambios en la política comercial como los aranceles.

La ciudad necesita atraer inversión en sectores estratégicos como la tecnología y la manufactura avanzada. Sin una visión clara para impulsar la innovación, Tijuana seguirá atrapada en un modelo económico que ya muestra signos de agotamiento.

Estar en el lugar 19 de 20 ciudades en Competitividad Urbana es una señal de advertencia que no puede ser ignorada. Tijuana pierde terreno frente a otras urbes mexicanas, y sin una estrategia clara para mejorar seguridad, movilidad, empleo e innovación, su declive continuará.

Es importante señalar que los reultados de perdida de competitividad actuales obedecen a lo que dejaron de hacer gobiernos anteriores. Tijuana tiene el talento, la ubicación y los recursos para ser una ciudad competitiva, pero sin políticas públicas eficientes y sin una coordinación real entre gobierno y sector privado, su potencial seguirá desperdiciado. Tijuana no puede permitirse seguir cayendo en los rankings de competitividad. La pregunta es: ¿Estamos dispuestos a realizar los cambios necesarios para revertir esta tendencia?

• *- El autor es Doctor en Economía, Maestro en Desarrollo Regional, asesor empresarial.