El pasado cruel de Baja California
Baja California ha vivido años difíciles en cuanto a seguridad pública, pero uno de los períodos fue del 2008 al 2012 en Tijuana.

Baja California ha vivido años difíciles en cuanto a seguridad pública, pero uno de los períodos fue del 2008 al 2012 en Tijuana, comento esto porque estas semanas el descubrimiento de un “campo de exterminio” localizado en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, por parte de los Guerreros Buscadores y que además era un centro de adiestramiento de sicarios de un cártel del crimen organizado, me hizo recordar lo del principio.
Claro que el pasado jueves, el gobierno federal invitó a periodistas de todos los medios y a grupos de búsqueda al rancho Izaguirre, pero ya habían manipulado evidencias las fiscalías de la República y del estado de Jalisco, por supuesto que la mayoría de los periodistas e influencers invitados eran afines al actual régimen quienes dijeron que no era nada parecido a Auschwitz, el campo de exterminio Nazi de la Segunda Guerra Mundial. La mayoría son jilgueros de la 4T, pero otros medios hablaron de un montaje y un tour turístico a la zona.
Ahora quiero recordar lo que pasó en Tijuana, Baja California cuando detuvieron en 2009 a Santiago Meza López, un albañil a quien le apodaron “El Pozolero”, por “cocinar” cuerpos y deshacerlos con químicos y convertirlos en una mezcla líquida que era depositada en aljibes donde permanecieron por años.
Según confesó Santiago Meza, él había deshecho 300 cuerpos que les llevaba una banda vinculada al Cártel de Sinaloa. El lugar donde hacía estas actividades era una finca conocida como Ojo de Agua en la zona Oeste de Tijuana. Además de Ojo de Agua se localizaron otras dos fosas clandestinas La Gallera y Loma Bonita.
Si bien grupos de buscadoras localizade ron en el rancho Izaguirre montones de zapatos, ropa y artículos personales, cuando llegaron los invitados por la FGR ya no había nada, cintas amarillas por todos lados, pero esas evidencias, según los de la FGR se habían llevado para analizar. Según Guerreros Buscadores habían localizado 200 pares de zapatos y también localizaron hoyos donde encontraron restos de huesos, pero cuando llegaron los visitantes ya estaban aplanados.
En Baja California en la época del descubrimiento de El Pozolero y lo que había hecho con decenas de cuerpos, llegaron muchas personas tratando de conocer si entre estos cuerpos deshechos se encontraban los de algún familiar secuestrado.
La misma Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la República era muy difícil conocer la identidad de quienes deshicieron sus cuerpos, El Pozolero habló de 300, pero podrían haber sido más, la PGR dijo, entonces, que probablemente no se sabrá quienes fueron por la forma como los cuerpos fueron disueltos y que era imposible reaen exámenes de ADN.
Se decía que en la finca La Gallera en Tijuana, se creía que existían 17 mil litros de grasa humana y otras sustancias. Quedaron sin identificar, quedaron sin nombre ya que no se tenía una relación de las personas asesinadas y sus cuerpos deshechos. Inclusive cuando alguien estaba buscando a un familiar secuestrado era común escuchar “ya olvídese, su familiar está pozoleado, no lo va encontrar”. Así fue un pasaje de terror que se vivió en Tijuana y del que no se sabrá nada.
Mientras en Jalisco, en Teuchitlán, hay un asunto pendiente de investigar y dar resultados, las familias de los desaparecidos y posiblemente ejecutados en el rancho Izaguirre quieren tener la certeza, cuando menos, de que su familiar quedó en ese lugar. Mientras no nos olvidemos que en Baja California también ejecutaron y deshicieron a cientos de personas.
- * El autor es Periodista independiente.
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