Lo único que tienes que perder al EMPRENDER es Aprender….

Emprender es un salto de fe. Es lanzarse al vacío con una idea en la cabeza y la convicción de que puede funcionar. Sin embargo, muchas personas se quedan en la etapa de soñar porque el miedo las paraliza. Miedo a fracasar, a perder dinero, a ser juzgados o simplemente a salir de la zona de confort. Pero, ¿qué pasaría si cambiamos la perspectiva? Si en lugar de ver el emprendimiento como un riesgo, lo vemos como una oportunidad de aprendizaje, entonces lo único que podríamos perder es la posibilidad de crecer.

EL MIEDO COMO OBSTÁCULO… Y COMO MOTOR

Es normal tener miedo. Es una reacción humana ante lo desconocido. Pero el problema no es sentirlo, sino dejar que nos impida actuar. Muchos negocios exitosos nacieron de personas que decidieron lanzarse a pesar de sus dudas. La diferencia entre quienes logran sus metas y quienes no, no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de enfrentarlo.

Cuando piensas en emprender, pueden surgir muchas preguntas: ¿Y si no funciona? ¿Y si pierdo mi inversión? ¿Y si no encuentro clientes? Pero también deberíamos preguntarnos: ¿Y si sí funciona? ¿Y si descubro un talento que no sabía que tenía? ¿Y si aprendo algo invaluable en el proceso? Cada intento es una lección.

EL APRENDIZAJE COMO MAYOR GANANCIA

Uno de los mayores mitos sobre el emprendimiento es que el éxito se mide solo en dinero. Pero la realidad es que, aunque una idea no funcione como esperábamos, siempre nos deja algo valioso: experiencia, contactos, conocimientos sobre el mercado, habilidades de liderazgo y resiliencia. Esos aprendizajes se convierten en herramientas para futuros proyectos.

Los emprendedores más exitosos han fracasado antes de triunfar. Steve Jobs fue despedido de Apple antes de regresar y convertirla en la empresa más influyente del mundo. Howard Schultz, creador de Starbucks, fue rechazado más de 200 veces por inversionistas antes de conseguir apoyo. Estas historias demuestran que el fracaso no es el fin, sino una etapa del proceso.

HAZLO, PERO HAZLO BIEN

Si bien la clave está en atreverse, emprender sin miedo no significa hacerlo sin preparación. Investigar el mercado, definir una estrategia, conocer al cliente y administrar bien los recursos son factores esenciales para aumentar las probabilidades de éxito.

Tampoco hay que esperar a tener todo resuelto para empezar. Muchas veces, el mejor aprendizaje viene con la acción. Los emprendedores más exitosos no tenían todas las respuestas al inicio, pero comenzaron con lo que tenían y fueron ajustando en el camino.

EL MEJOR MOMENTO PARA EMPEZAR ES AHORA

Si llevas tiempo con una idea en mente, esperando “el momento perfecto”, recuerda que ese momento no existe. Siempre habrá dudas, imprevistos y riesgos, pero si no lo intentas, nunca sabrás qué podría haber pasado.

El emprendimiento es una aventura que te reta, te saca de tu zona de confort y te obliga a crecer. Así que, si lo piensas, hazlo. Lo único que tienes que perder es aprender… y ese es el mayor premio de todos.

• *- La autora es mamá, emprendedora y empresaria.