Estoy ensayando mi cara de pena para el Tianguis
Me van a regañar, otra vez, por decirlo y “ser negativo”, pero como servidor turístico ¿qué cara voy a poner cuando recibamos a los diez mil visitantes de todo el mundo que vienen al Tianguis Turístico y vean el cuchitril en infraestructura y servicios en el que está convertido nuestro diario vivir?.

Me van a regañar, otra vez, por decirlo y “ser negativo”, pero como servidor turístico ¿qué cara voy a poner cuando recibamos a los diez mil visitantes de todo el mundo que vienen al Tianguis Turístico y vean el cuchitril en infraestructura y servicios en el que está convertido nuestro diario vivir? ¿Cómo les vendo los verdaderos atractivos y servicios de Baja California ante esta tremenda realidad?
¿Qué les vamos a decir a los visitantes cuando tengan que pasar por la Línea o la Avenida internacional hacia el centro de convenciones y observen a las decenas de drogadictos deambulando por la zona y vean, desde los puentes y desniveles, que viven en cuevas bajo la carretera en condiciones infrahumanas y vean el basural que ahí se acumula?
¿Con qué argumento vamos a defendernos ante la obvia corrupción policiaca que, una día sí y el otro también, abusan del turista que circula con placas de Estados Unidos en Tijuana y Playas de Rosarito? ¿Cómo vamos a reaccionar cuando alguien nos pregunte por qué los caminos hacia el evento están en tan mal estado, que tienen baches, hay graffiti por todos lados, huele a caca por las aguas negras corriendo y de alguna manera se ven sucios en forma casi permanente? ¿Qué tan roja se nos pondrá la cara cuando en la noche, cansados de un arduo día de trabajo, los “tianguistas” se den cuenta que no tenemos suficiente iluminación en las calles y entren a una boca de lobo?
¿Qué mensaje daremos a los visitantes cuando en sus autobuses vean que hay postes de todos los colores, duplicados, algunos cayéndose y que tenemos cables atravesados por todos lados que hacen que parezca inseguro circular por debajo de ellos? ¿Que vamos a comentarles cuando quieran ir al Valle de Guadalupe y encuentren que la carretera libre a Ensenada y la del lugar está llena de baches, con mala señalización y es muy factible que tengan un accidente ahí circulando a mediana velocidad? ¿Cómo les explicamos a los promotores turísticos de todo el mundo que no “tuvimos tiempo” de darle una “manita de gato” a la carretera de cuota que tiene casi todas sus vallas centrales movidas y que el cerco de separación al centro no existe? ¿Cómo le vamos a explicar a los visitantes que hay obras públicas “medio” terminadas hacia el evento, pero que al mismo tiempo están sin jardinería, sin iluminación, sin señalización ni vehicular ni peatonal? ¿Que cara voy a poner cuando termine el evento inaugural del Tianguis en el Hotel Rosarito Beach y alguien quiera pedir un Uber o un Didi y no exista ninguna plataforma digital funcionando en la vecina ciudad? Ya estoy pensando cómo poner cara de “yo no fui”, “no sé”, para mostrarla a gobernadores, secretarios de turismo de los 32 estados del país, empresarios del sector que, quizás no lo digan públicamente, pero que asuman que cómo fue posible que nos asignaran un evento de corte internacional a unas ciudades que no estaban listas para ello.
¿Qué explicación daremos que, contrario a lo que pasa en el mundo, aquí no hemos sido capaces ni de hacer que se vea medianamente “bonito” en la “zona turística”?
Quizás deberíamos de colocar lonas con imágenes de flores y paisajes en todos los ventanales de los camiones y sprinters y chiflamos viendo hacia otro lado para que no se nos caiga la cara de pena cuando veamos la decepción de los visitantes.
Mientras, ya estoy ensayando mi cara fronteriza de “I’m sorry”. Espero que me salga bien y de algo sirva. ¿Cómo vas con la tuya?
“. En campaña para la elección judicial.”.
Ganarán esa elección quienes repartan más gorras paguen más gente, más porras, y más tortas de jamón.
- - El autor es un opinólogo enamorado de su ciudad.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí