Barbarie

La barbarie es tan antigua como la humanidad, varios estudiosos del tema, como Freud, sostienen que la barbarie es parte de la condición humana, otros, como Lévi-Strauss demostraron que no hay culturas propiamente bárbaras, ni tampoco otras muy civilizadas. Comparto la noción de Bauman sobre la barbarie contemporánea, se parece a la nazi, está racionalizada, Gaza es un ejemplo claro, otro tanto Congo, pero México es un país próspero, lo que se solía llamar “en vías del desarrollo”, suficiente como para que la barbarie esté fuera de contexto. No tenemos guerra, la barbarie se da desde dentro, desde ¿siglos? de corrupción. La racionalización de la barbarie normaliza las masacres, desde las genocidas, hasta las endémicas. Nosotros tenemos el monstruo adentro, como un cáncer activo. Se reproduce y desgasta a la población, por primera vez en la historia estamos expuestos a mirar la barbarie desde nuestras casas. El video de la asesina de la tercera edad, Carlota, es un claro ejemplo, dramático el verlo, más el saber quiénes eran las víctimas y los victimarios. Una evidencia de que el Estado no es el criminal, pero sus bases policíacas y judiciales frecuentemente protegen a un cartel. Empezamos a ver detenciones de policías, tiene mucho mérito, aunque es muy difícil procesarlos. La barbarie está tan racionalizada que forma parte del espectáculo, series, películas, canciones, conciertos, celebrándola, siempre que se aplique en los bueyes de mi compadre. La pregunta sobre si es cultural parece obsoleta, sabemos que no es la cultura que quiere la mayoría, pero es una cultura para unos pocos que hacen mucho daño. Pocos estadísticamente, ya que frecuentemente los ubicamos en el barrio. Tenemos que asumir que es nuestra propia civilización en la que se producen estas barbaries, la barbarie somos nosotros. Fortalecer el Estado y la educación son las dos soluciones que a mí se me ocurren, pero esto lleva demasiado tiempo, ¿qué hacer mientras tanto?, los expertos dirán. A mi se me ocurre que la Guardia Civil se disperse por barrios y pueblos, que toque de puerta en puerta y se arme una red vecinal de información confidencial, que se utilicen mucho más las cámaras en las calles así como generar un banco de datos biométricos nacional, métodos de punta en vigilancia con la inteligencia artificial, y seguramente se me vendrían más ideas, creo que cada uno tenemos las nuestras, el Estado debe incorporar a la población civil en la vigilancia y control, escuchar nuestras ideas y sobre todo un sistema de alta confidencialidad para denunciar delitos. Educar a los niños contra la corrupción y la criminalidad, recuerdo el papel tan importante que jugaron los hijos en que los padres dejaran de fumar, hay que debe incorporar vacunarlos contra la narcocultura.

• *- El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.