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La historia de Tristan Harris

Bueno, mejor, lo máximo. No descanses hasta que lo bueno sea mejor, y lo mejor sea lo máximo. San Jerónimo.

Octavio  Ballesteros

Bueno, mejor, lo máximo. No descanses hasta que lo bueno sea mejor, y lo mejor sea lo máximo. San Jerónimo.

B.J. Fogg es un profesor de Stanford que tiene un curso ideado por él que se llama Laboratorio de Diseño del comportamiento. En una ocasión Fogg propone a sus alumnos, uno de ellos se llama Tristan Harris, que vean la manera de crear aplicaciones que sirvan para atraer a la gente, y servir de apoyo a plataformas como es el caso de Facebook. Tristan se emociona con la posibilidad de poder influir en mucha gente.

QUÉ LOGRA

Harris desarrolla Apture, una aplicación que se utiliza para marcar una palabra que aparece en una página web, y le das clic y obtienes información adicional de la misma sin salir de la página web.

Facebook le compra dicha aplicación y lo invitan a colaborar en la empresa.

Tristan es un gran aficionado a la magia, y está consciente de que el éxito del mago es atraer la atención de los espectadores a un punto determinado y así aprovechar para hacer el truco de magia y nos se den cuenta del mismo, hasta cierto punto es una forma de manipulación.

QUÉ SE ENCUENTRA

Feliz de la vida de trabajar en Facebook, después de algunos meses se da cuenta de que en lo que está participando es desarrollar más cómo captar la atención de los internautas y tenerlos absortos con la plataforma contribuyendo de esta manera a su distracción y en algunos casos adicción a la misma., como son las vibraciones, los likes, los cambios de luces, alertas sonoras, etc.; otro aspecto que descubre son los filtros en la fotos para mejorar las apariencias, sobre todo en Instagram. Se piensa que esto ha afectado sobre todo a niñas que al verse comparadas con las que publican este tipo de fotos van perdiendo autoestima y todo lo que implica, aunado a que las redes sociales se han enfocado al mercado juvenil e infantil que tienen poca madurez para darse cuenta de la manipulación ejercida.

En una charla que da a la dirección de la empresa les informa que se calcula que hay once billones de distracciones en el Internet diariamente (dato de hace diez años). Le piden que colabore en el comité de ética de la empresa. A los meses se da cuenta de que ninguna de sus propuestas son aceptadas, y pasado un tiempo decide renunciar y crear un instituto para humanización de la tecnología.

CONCLUSIÓN

Si se regula la publicidad de alcohol, se menciona lo dañino de las drogas, hay leyes en la industria automotriz como los cinturones de seguridad y bolsas de aire, ¿cómo es posible que para la niñez y la adolescencia no haya regulación para el uso de internet indiscriminado?

Nos queda claro que es un tema difícil, no es fácil este asunto de protección de los menores ante el mundo digital, pero pienso que debe al menos existir conciencia de que algo se debe hacer. La salud mental de nuestras próximas generaciones de adultos lo amerita. ¡Feliz domingo de Ramos estimado lector!

  • * El autor es socio del despacho Asesores Ballesteros, focalizados en planes de ahorro y protección

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