¿Y si los vecinos nos cierran la llave?
“El egoísmo que genera el sistema hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su responsabilidad social”. Erich Fromm

“El egoísmo que genera el sistema hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su responsabilidad social”. Erich Fromm
Hace más de 5 años publiqué en este mismo espacio, una columna en la que expresaba la preocupación sobre la posibilidad de que el gobierno norteamericano decidiera reducir el agua que envía a Baja California a través del Río Colorado.
Efectivamente, una nota de la Associated Press del 16 abril de 2019 mencionaba que el entonces presidente Donald Trump firmó un plan para reducir el uso del agua del río Colorado, que abastece a 40 millones de personas en el oeste de Estados Unidos, en virtud de estar padeciendo una grave sequía en la Unión Americana.
Cabe señalar que desde el 2016, ya se veía venir una situación similar, pues la Conagua confirmó desde ese año, que nos encontrábamos frente a un problema de escasez “entre severa y extrema”, estimado que el 98 por ciento del territorio de Baja California padecía de algún grado de sequía, de acuerdo con datos de la Secretaría de Fomento Agropecuario y no hicimos nada efectivo para prepararnos.
Al día de hoy no tenemos resuelto el plan B en materia de agua, a pesar de que año con año ese caudal se hace menos caudaloso. Históricamente, el Río Colorado transportaba gran cantidad de agua, al grado de que en temporadas se inundaba la famosa laguna salada que se encuentra en las cercanías de Mexicali, lo cual dejó de ocurrir a mediados de los años 1980.
A principios del siglo XX el Río Colorado transportaba 22 mil millones de metros cúbicos, pero para mediados del siglo XX se redujo a 10 mil millones, por ello la cantidad oficial que se estableció en el Tratado con México de 1944, fue de 1 850 millones de metros cúbicos.
Ahora que el gobierno del Presidente Trump ha puesto nuevamente en la mesa, la problemática del agua tanto del Río Colorado, como del Río Bravo y ha mencionado su interés por reducir el agua que le llega a Baja California, nos preocupamos otra vez, de un tema que desde hace mucho debimos haber atendido.
Si hubiéramos apostado por desalar, ya tendríamos resuelto el problema de agua, sin embargo nuestras soluciones siempre han sido jalar más agua del Río Colorado, como si nunca se fuera a acabar.
A nivel mundial, los principales países que tratan el agua del mar son Arabia Saudita, con el 17% de la producción mundial, Emiratos Árabes Unidos con un 13,4% y los Estados Unidos con 13%. Dubái, por ejemplo, abastece más del 98% de su suministro de agua potable a partir de la desalación y se encuentra en medio del desierto.
La planta desaladora más grande del mundo, se encuentra en Tel Aviv, en Israel y tiene una capacidad de tratamiento de agua de 624,000 m³/día. De esta cifra, 540,000 m³/día se utilizan para dar servicio al sistema de distribución de agua de Israel.
La gran pregunta es: ¿porque, si tenemos el mar a un paso, no hemos hecho algo por lograr nuestra autosuficiencia en la materia, sin tener que depender del Río Colorado y de la buena voluntad de los vecinos?
No cancelemos opciones viables para contar con el agua que no tenemos. Puede resultar caro desalar, pero es más caro no tener agua, aceleremos el paso con las obras de desalación que apenas se están llevando a cabo.
*El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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