Conociendo el cuarto estado del agua
El agua, ésta sustancia que nos acompaña toda la vida- literalmente ya que nuestro cuerpo se conforma en su mayoría por ella- es a la vez tan común como extraña.

El agua, ésta sustancia que nos acompaña toda la vida- literalmente ya que nuestro cuerpo se conforma en su mayoría por ella- es a la vez tan común como extraña. Incolora, sin olor y sabor, refrescante, vital. El agua es tan común en nuestra vida que sólo nos acordamos de ella cuando nos hace falta o cuando tenemos sed.
Todos sabemos lo que es el agua y conocemos sus tres presentaciones, conocidas como los estados físicos del agua: líquido (agua), sólido (hielo) y gaseoso (vapor). Estas son las tres formas en que el agua puede hallarse en la naturaleza, sin que cambie en lo absoluto su composición química: H2O (hidrógeno y oxígeno).
El estado del agua depende de la presión a su alrededor y de la temperatura a la que se encuentre, es decir, de las condiciones ambientales. Por ende, manipulando estas condiciones es posible convertir el agua líquida en sólida o gaseosa, o viceversa.
Dada la importancia del agua para la vida y su abundante presencia en el planeta, sus estados físicos se emplean como referencia para muchos sistemas de medición y permiten así establecer comparaciones con otras materias y sustancias.
Sus partículas presentan una enorme fuerza de cohesión que las mantiene unidas, de modo que posee una importante tensión superficial y se requiere mucha energía para alterar sus estados físicos.
El agua es conocida como el “solvente universal”, pues en ella pueden disolverse muchas más sustancias que en cualquier otro líquido. Además, se trata de un compuesto fundamental para la vida, presente de manera abundante en todos los organismos. El agua cubre dos tercios de la superficie total de nuestro planeta.
El estado que más asociamos con el agua es el líquido, su estado de mayor densidad e incomprensibilidad, y también el más abundante en nuestro planeta.
El estado sólido del agua se conoce comúnmente como hielo y se alcanza al descender su temperatura a 0 °C o menos. Una curiosidad del agua congelada es que gana volumen frente a su estado líquido. Es decir, el hielo tiene menor densidad que el agua, razón por la cual el hielo flota.
El estado gaseoso del agua se conoce como vapor o vapor de agua y es un componente usual de nuestra atmósfera, presente incluso en cada exhalación que damos. En condiciones de poca presión o de mucha temperatura, el agua se evapora y tiende a ascender, dado que el vapor es menos denso que el aire.
el agua puede cambiar de un estado a otro, simplemente variando sus condiciones de temperatura. Esto puede hacerse en una u otra dirección y a cada proceso distinto le daremos su nombre adecuado: Evaporación, Condensación, Congelación, Derretimiento, Sublimación y Sublimación inversa.
Ahora conocemos el cuarto estado del agua, también conocido como agua estructurada o agua EZ (del inglés “Exclusion Zone”), es un estado especial que se encuentra entre el estado sólido y el líquido.
Un descubrimiento que puede cambiar nuestra estructura física como la conocemos, espero que sea para mejorar cuestiones de salud y evolución.
- *- El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.
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