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Gazapos

Nadie se escapa -al hablar o al escribir de soltar gazapos que pueden ser desde simples errores hasta monumentales disparates.

Miguel Ángel Lino

Nadie se escapa -al hablar o al escribir de soltar gazapos que pueden ser desde simples errores hasta monumentales disparates. Unas veces resultan graciosos y otras, trágicamente vergonzosos. Su gravedad depende de quién, cuándo y dónde se lancen las pifias. Porque imagínese a un personaje público diciendo en un discurso: “Ahora, citaré un pasaje de la histeria” en vez de la historia...

Un diario español publicó la noticia de “una persona gravemente muerta” y otro se confundió al asegurar la existencia de “un telescopio que podrá devisar” en vez de divisar. Tengo que señalar que la palabra devisar existe; pero significa convenir o pactar. Verbo transitivo que hasta ese momento estaba en total desuso. Pero tampoco hubiera salido bien librado con el verbo divisar porque este significa “ver confusamente”.

Por despiste o lapsus, los gazapos se cometen en forma inadvertida; pero los yerros no eximen a los que los cometen por descuido o ignorancia. En una gaceta deportiva se publicó este autogol: “El portero cometió un grabe error...” Pues menos grave que el de su ortografía.

Aquí va un gazapo de película: Sonny Corleone, en El Padrino, en un tiroteo desde el interior de su automóvil hace volar el parabrisas; pero, cuando llega la policía, ¡el vidrio está intacto!

LA PALABRA DE HOY: GAZAPO

La Real Academia Española define gazapo como errata ortográfica, tipográfica y de contenido; un descuido, equivocación o error que generalmente se comete al escribir, quedando muchas veces impreso y publicado. Aunque los gazapos frecuentemente se dicen pasando desapercibidos...

Proviene de la antigua palabra española gazafatón, la que a su vez se deriva de latín cecemphaton y tiene su origen más remoto en el griego kakemfaton que significa ‘palabra malsonante’ o ‘error de lenguaje’.

Es curioso que, en España, la palabra homónima gazapo se refiere ‘a un conejo joven o cría de conejos’... ¡Ah, con razón un gazapo brinca donde uno menos se lo espera!

DE MI LIBRERO: GAZAPO

Novela de Gustavo Sainz publicada en 1965 bajo el sello editorial de Joaquín Mortiz en la Serie del Volador, que a la fecha lleva más de nueve ediciones y ha sido traducida a 14 idiomas...

El título no alude a la definición de gazapo como error al hablar o al escribir; sino a la de “conejos jóvenes”, para referirse a un grupo de adolescentes que están despertando a su libertad y sexualidad, que tienen aventuras -algunas reales y otras imaginarias- que los enfrenta a un mundo nuevo para ellos: audaz y complicado; emocionante y divertido.

El grupo de amigos lo integran Amaldo, Balmori, Fidel, Mauricio, Menelao y Vulbo. Seis muchachos con algunos intereses en común y otros particulares; pero que a todos les urge convertirse en hombres e impresionar a otros jóvenes de su entorno. En particular, a las chicas.

El autor, pionero del movimiento de La Onda de los años 60, que va en contra de la añeja moral y los convencionalismos, narra una ficción de picantes aventuras no exentas de gazapos.

  • *- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.

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