Exigen servicios en Villa del Roble

Villas del Roble es uno de los fraccionamientos que se ubica a las afueras de la ciudad, en la salida a Ojos Negros, y que sufre del abandono de las autoridades municipales, especialmente en la prestación de servicios.

Guadalupe Douglas, vecina del fraccionamiento, indicó que el principal problema es la falta de agua, pues han durado hasta quince días sin que llegue el líquido a las casas por medio de las tuberías y tienen que comprarla en las pipas que constantemente recorren las calles para venderla.

“Tenemos tinacos, sí almacenamos, pero no nos dura tanto tiempo para esperar que vuelva a llegar el agua a la llave; tenemos que comprar en las pipas”, recordó.

Sin embargo, a pesar de ser una zona residencial, en el fraccionamiento fallan los servicios de recolección de basura, que además de los desechos se acumula la basura no solo en los botes, sino en las calles en general.

“Hemos durado hasta un mes sin que pase el camión y es un mosquero; los espacios son chicos y le da un mal aspecto al fraccionamiento”, recordó.

FRONTERA ENSENADA realizó un recorrido por algunas calles de la segunda sección de Villas del Roble, en el que se observó basura en las calles, bardas rayadas y un hueco en una de las avenidas, que a decir de los vecinos, tiene más de tres años sin que las autoridades lo arreglen.

La inseguridad también es uno de los problemas de la colonia, pues las luminarias no encienden y los habitantes procuran encerrarse en su casa en cuanto comienza a oscurecer, para evitar ser atacados por algún “malandro”.

“Por estas casas venden droga y los muchachos se juntan en la barda y comienzan a drogarse ahí, y al pasar el olor a mariguana es fuerte; pero le hablamos a la patrulla y no vienen, ya tienen bien checadas a las patrullas”, exclamó.

Pero la inseguridad va más allá, pues continuamente se escuchan casos de vecinos en que su casa fue robada y asaltos en la noche.

“Se metieron a robar a mi casa, aunque tengo puerta de seguridad, lograron meterse; eran como las 20:00 horas, mi vecino se dio cuenta y llamó a la policía, yo llegué ese día como a las 22:00 horas y la patrulla aún no llegaba; no vienen”, insistió.

A seis años de haber llegado a vivir al fraccionamiento, la señora Guadalupe expresó que esa situación de abandono ha generado que muchas casas hayan sido abandonadas por sus dueños, y ahora estén ocupadas por invasores que se dedican, principalmente, a vender droga.