Maneadero cumple 87 años de ser una de las zonas agrícolas más importantes

Ensenada, B.C.- El presidente del Ejido Nacionalista Sánchez Taboada (Maneadero), Epigmenio Romero Solorio, encabezó la celebración del 87 aniversario de su fundación, destacando la importancia de la zona para el sector agrícola de la región.

Recordó que fue en 1937 cuando se fundó el ejido, impulsado por la visión de sus pioneros, la primera gran empresa del ejido, la secadora de chile inaugurada en 1947, marcó el inicio de su enfoque empresarial.

Subrayó que esta visión de negocio ha sido fundamental en la evolución del ejido, permitiendo que este se mantenga como una organización con una clara vocación empresarial.

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Cabe mencionar que Maneadero es una de las zonas agrícolas más importantes de la región, donde se cultivan tomate, cilantro, cebollines, rábanos, pepinos y una gran variedad de hortalizas y especies de calidad mundial, que son exportadas a diferentes partes del mundo, además de impulsar el reúso de aguas tratadas para el riesgo de flores y forraje.

Durante el evento, Juan Meléndez Espinoza, secretario de Agricultura del gobierno de Baja California, en representación de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, reconoció al ejido como el corazón de la agricultura en la zona costa de Baja California.

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El funcionario destacó el carácter innovador de los fundadores del ejido, recordando que fue precisamente desde este ejido que salieron las primeras expediciones hacia Israel en busca de la tecnificación de la agricultura en Maneadero, un esfuerzo que ha trascendido y ha fortalecido la agricultura en todo el país.

Asimismo, el presidente ejidal, Romero Solorio, recordó ejemplos de compromiso social, como la fundación de la primera escuela de Maneadero, la primaria José María Morelos y Pavón, que contaba con transporte escolar, así como la construcción del velatorio, el panteón, el kínder, las instalaciones del DIF, y el terreno para la estación de policía, entre otros aportes.

Reflexionó sobre los cambios que han transformado al ejido con el paso del tiempo, desde las modificaciones en los cultivos hasta la expansión urbana de Ensenada.

Reconoció que el desafío actual del ejido es redefinir su vocación y adaptarse a las necesidades de la ciudad, siempre con la visión de progreso que ha caracterizado a la organización desde su fundación.

Finalmente, hizo un llamado a los integrantes del ejido para avanzar con pasos firmes y asumir con determinación el futuro del ejido, confiando en que, juntos, podrán adaptarse y evolucionar en estos tiempos de transformación.