Denuncian otro abuso de la FESC en Rosarito

Rosarito, BC.- Policías estatales comisionados a Rosarito volvieron a encender las redes sociales tras difundirse un video en el que detienen a una familia y con lujo de violencia someten a su conductor, obligando a todos a entregar sus teléfonos celulares y borrar los videos que habían hecho de la detención, pero uno de ellos se logró salvar.

La esposa de la víctima narra que los agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana los detuvieron la noche del miércoles frente a los condominios La Jolla en el bulevar Popotla, sitio al que se dirigían.

Explica que los policías no les pidieron documentación en un inicio solo preguntaron de dónde venían, indicándoles que acababan a dejar a sus hijas en Tijuana con la niñera y que irían a la casa de su prima, que está en los condominios.

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Refiere que un oficial siguió preguntándole a su esposo a qué se dedicaba y le dijo que vendía terrenos en el Valle de Guadalupe y las preguntas siguieron, pero cuando le indicó que era originario de Michoacán el agente inmediatamente se puso grosero y le ordenó que bajara del carro “porque necesitaba revisarlo”.

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También le pidió documentos del carro y licencia de conducir, su esposo dice, se bajó pero el policía quería revisarlo detrás de la patrulla a lo que él se negó, indicándole que lo hiciera ahí, frente a todos.

“No soy tonto, me quieres llevar atrás para sembrarme algo o pedirme dinero”, le dijo, lo que puso al oficial más agresivo y todo se tornó peor cuando su esposo comentó que llamaría a su abogado porque él no estaba haciendo nada para que lo bajaran y lo revisaran.

En ese momento refiere, el agente le arrebató el teléfono y le dio un manotazo, su esposo se enojó y otro oficial le sujetó y esposó una mano, después como se ve en el video, explica que los obligaron a apagar los teléfonos y borrar los videos, pero lograron ocultar uno de ellos.

Agrega que viajaban con un niño de 6 años y un adolescente de 18, además de su prima y los acusaron de que iban tomados, por lo que llamarían al DIF, pero al final los dejaron ir, porque llegó el esposo de su prima, quien dijo que trabaja en la prensa.