Consumir aguas frescas sana tradición mexicana

Resulta de vital importancia retomar la tradición de preparar aguas frescas de frutas de temporada para la hora de la comida y el refrigerio escolar.

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María Eugenia Herrera Hernández, especialista en nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California, indicó que la fruta es un alimento económico en la mayoría de los casos, que tiene muchas bondades como alto contenido de agua, fibra, bajos niveles de calorías,

características que estimulan el adecuado funcionamiento de los riñones y favorecen el tránsito intestinal.

Las frutas tropicales como melón, fresa, naranja, guayaba, naranja, toronja, limón, sandía, papaya, kiwi, y mango, entre otras, son fuente de vitaminas y contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico, nervioso y muscular, por lo que propician el buen funcionamiento del intestino, nervios, huesos y dientes.

Dijo que dependiendo de la temporada, se pueden preparar aguas y licuados, de preferencia sin azúcar o con una cantidad mínima de ella, para suplir de manera definitiva el consumo de las bebidas gaseosas, cuyos componentes -colorantes, saborizantes, ácido fosfórico, benzoato de potasio y fenilalanina-, se asocian a los cálculos renales, espasmos, contracciones musculares, infecciones del tracto urinario, irritación de la piel y de las membranas mucosas.

Además, agregó, los refrescos impiden la adecuada absorción de calcio en los huesos y de hierro en el organismo, en tanto que la cafeína provoca la adicción.

Herrera Hernández explicó que el consumo de frutas al natural, regulan la función intestinal, ayudan a eliminar el exceso de líquido a través de la orina y constituyen un nutritivo refrigerio a cualquier hora del día y se pueden consumir antes o después de las comidas.