'Enfermedades' que afectan hoy en día
¿Sabías que la adicción al ejercicio excesivo te puede llevar a una enfermedad?, eso si tienes una alimentación inadecuada o consumes fármacos peligrosos.
El no hacer por lo menos 30 minutos diarios de ejercicio se asocia con enfermedades como las cardiacas o la diabetes. Sin embargo, el lado opuesto del sedentarismo, es decir, excederse con la práctica deportiva también tiene consecuencias negativas.
Se le conoce comúnmente como vigorexia y se define en pocas palabras como la adicción al ejercicio. Algunos señalan que se trata de un tipo de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y otros consideran que tiene que ver con una autopercepción incorrecta de la imagen corporal.
Quienes son afectados por esta obsesión por lo general desean alcanzar más masa muscular, y con ese objetivo pueden ver entorpecido su tiempo social, laboral, académico y familiar.
En paralelo a una cantidad excesiva de tiempo dedicada al ejercicio (o a pensar en él) puede haber una alimentación inadecuada o consumo de fármacos peligrosos.
¿Conoce a alguien con todas estas características?, es posible que esté ante un caso de una persona con alguna obsesión hacia el ejercicio. Pero, ¿cómo puede un hábito saludable convertirse en adicción y ser algo negativo?
ESTIMULANTE
El médico siquiatra Jorge Gatica Morales explica que una adicción pasa por tres etapas: La tolerancia, cuando el organismo se acostumbra a una sustancia o a una situación y cada vez requiere más; el síndrome de abstinencia, cuando la falta del estimulante genera malestar, y la conducta compulsiva.
“Estoy pensando mucho tiempo en cómo obtener la sustancia, cómo estar en contacto con la situación, y la conducta compulsiva se refiere al acto de realizar el consumo de la sustancia o de estar realizando la actividad que tiene que ver con la adicción”, señala.
Estas tres fases no son exclusivas del consumo de alcohol, tabaco o alguna otra droga, sino que también se presentan ante alguna actividad que se convierta en adictiva: Ejercicio, comida, compras, tecnología, trabajo, juegos de azar, sexo…
En el caso de la vigorexia, el siquiatra menciona que durante el ejercicio se libera gran cantidad de endorfinas, que a su vez activa el sistema de recompensas. Esto último se traduce en placer y satisfacción.
“Por eso, cuando uno está tan acostumbrado a hacer ejercicio y es intenso lo que hace, cuando uno deja de hacerlo entra en un periodo de ánimo bajo”, agrega.
Carlos del Río Rocha, un ex futbolista de fuerzas básicas del Cruz Azul, trabaja actualmente como instructor personal en el gimnasio JCV y es fisicoculturista. Aunque no se considera un adicto al ejercicio, reconoce que esta obsesión sí puede darse en algunos casos en cualquier deporte.
“Es una pasión, más que una adicción”, asegura, “y yo como lo veo es que si esto no me generara a lo mejor no estaría haciendo este deporte, estaría haciendo otro. Primero es lo que genero y después ya mi cuerpo”.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí