'Me dio un paro y me gritaban no nos puedes hacer esto'
Gema Rebeca Fragoso Cervantes fue la paciente mil 153 en la clínica 30 del IMSS en Mexicali, ella logró librar una dura batalla, pero su papá no.
Tijuana, BC.- Hoy fue la paciente 1153; tú que no crees en el Covid y sigues saliendo de paseo para estarse juntándose para las fiestas, deja te explico lo que he vivido estos últimos meses.
Toda mi familia y esposo se enfermaron de Covid y gracias a Dios se recuperaron, excepto mi padre José Alberto Fragoso Inzunza de 52 años, que estuvo internado e intubado y lamentablemente perdió la batalla contra está terrible enfermedad.
Todo empezó la última semana de noviembre del 2020, donde empecé con los síntomas, fiebre, dolor de garganta, fatiga y fui al doctor, pero dijo que era infección de garganta y me dio tratamiento.
Me termine el tratamiento y seguía peor, ahora andaba con tos y dolor de cabeza que no me dejaba dormir y una fiebre que me despertaba a medianoche empapada y tenía que cambiarme de ropa.
Cómo se había terminado el tratamiento y seguía mal, mi esposo me llevó a urgencias y de allí me mandaron a la clínica 30 donde me hicieron la prueba de Covid y salí positivo.
Mi oxigenación aún no era tan baja, así que me dieron tratamiento y me mandaron a casa, donde estuve el 1 de diciembre 2020 con oxígeno y el tratamiento, pero seguía peor y mi oxigenación llegó a ser de 65 aún con oxígeno.
El día 7 de diciembre volví a ir a urgencias y me mandaron en ambulancia con oxígeno a la clínica 30 del IMSS y allí me quedé internada.
Yo estuve hospitalizada 28 días, todos los días me sacaban sangre para analizarla, es decir casi me reventaron todas las venas y ni qué decir del catéter que me lo cambiaban cada dos días de lugar.
Me tuvieron que intubar
Me era imposible comer, porque me tenían boca abajo para que oxigenara más, y pues así estuve del día 8 de diciembre hasta el día 19 que mi oxigenación bajo a 55 aún con oxígeno.
Estuve intubada durante 11 días, un tubo por mi boca y mi garganta que llegaba hasta mis pulmones para mantenerme con vida, junto con un cello o tubo en mi pulmón derecho por 3 días.
En este paso, les dicen que estarán en coma, inconsciente o dormido, pero yo siempre estuve consciente, sentía sed, sentía como me convulsionaba, no podía moverme para nada.
Llegué a sentir como me ahogaban mis flemas, así que estuve tan consiente que le escribía a los enfermeros y enfermeras que tenía sed, o que sentía muchas flemas, que tenía frío.
Me dio un infarto
Incluso cuando ya me sentía muy cansada y sentía que moriría, les pedía escribiéndoles que le hablaran a mi esposo y aunque yo no podía hablar ni moverme, me daba mucho ánimo y consuelo escuchar su voz y que me diera ánimo y me dijera cuánto me ama y que me esperaban en casa.
Me llegó a dar un infarto y sentía como me reanimaban y me decían que le echara ganas, que estaba muy joven.
Cuando me dio un paro cardio respiratorio, también estaba bien consiente y sentía como 10 personas encima de mi gritando que no les podía hacer eso, alguien estaba sobre mis brazos y piernas y alguien más inflaba mis pulmones y yo solo sentía dolor.
Le pedía a Dios me diera vida o dejara descansar
mis lágrimas rodaban y un vacío de la nada en todo mi cuerpo. Y sentía que gritaba ¡Aquí estoy!, ¡Aquí estoy!
Sentía cada dolor y la desesperación de estar ahí. Alrededor de mí escuchaba cada rato un “Alta 4”, pues mi vecino entubado de cama que murió.
La extubacion fue dolorosa y consiente también, pues había que esperar 48 horas para saber si resistirían mis pulmones o colapsarían.
Me estoy recuperando
Al salir del hospital, perdí mi voz y la movilidad completa de mi cuerpo, no puedo sostenerme sola, no puedo caminar, perdí músculo, y muchísimo peso.
Actualmente estoy en casa recuperándome con el amor y cuidados de mi esposo y mi suegra y mi familia.
Doy gracias a mi familia y amigos que siempre estuvieron pidiéndole a Dios por mí y a los enfermeros y doctores que siempre estuvieron cuidándome mucho y aquí estoy. Porque Dios así lo quiere.
Superé el Covid, la intubacion, y todo lo demás, pero las secuelas son super dolorosas, que ni llorar puedes.
Se los platico no para dar lastima, te lo puedo colorear, pero no serviría de nada.
¡Cuídate!, Cuida a tu familia! No a todos les dará solo tos con el Covid y se recuperarán. No pienses que es cuestión de edad.
Solo puedo pensar que ¡Jehová Dios me ama y aquí me tiene!, y sigo luchando día a día.
Gracias al personal médico
Agradezco tanto a los doctores y enfermeros e incluso a los de intendencia que yo estando intubada y aunque no les tocará como paciente, iban y me daban ánimos.
Recuerdo que me tomaban de la mano y me decían, ánimo pequeña, animo bonita échale ganas, eres muy joven y tu familia te espera en casa tú puedes. También gracias por llamar a mi esposo o a mis padres cuando se los pedía.
Gracias a doctores y enfermeros, mis ángeles sin alas. Dios siempre los cuide y bendiga a todos los de IMSS clínica 30.
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