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El Imparcial / Tijuana / Familia

Requiere Tijuana centros de convivencia para familias

El Presidente del TSJ del Estado considera posible que al menos se inicie con un espacio provisional antes de finalizar el 2023.

Tijuana, BC.- Ante la falta de un Centro de Convivencia Familiar Supervisada (Cecofam) en Tijuana, las visitas o encuentros de matrimonios en medio de proceso legales y sus hijos se deben realizar en restaurantes de comida rápida.

El Poder Judicial solamente cuenta con estos espacios en los municipios de Mexicali y Tecate, dos y uno respectivamente.

A pesar de que Tijuana es la ciudad con mayor carga de trabajo en juicios familiares, solamente el año pasado rebasaron los 10 mil casos, la ciudad no cuenta con un espacio de este tipo.

En 2021 los centros iniciaron operaciones en Mexicali, en donde se atendieron 226 visitas supervisadas. Para el 2022, el número de visitas aumentó en un 530% en Mexicali, con mil 424, y Tecate registró por primera vez 29 visitas.

Durante el primer cuatrimestre del año van registradas 854 y 96 visitas en Mexicali y Tecate respectivamente.

Los centros

Los Cecofam cuentan con espacios destinados a una cámara de Gesell, dos salas de juegos, área de lactantes, de servicio social, comedor y área de juegos externa, entre otros.

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En este lugar los niños o adolescentes conviven con el papá, mamá, abuelos, tíos y son acompañados de psicólogos, y tienen como objetivo facilitar la convivencia paterno/materno.

Alejandro Isaac Fragozo López, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, reconoció que en Tijuana han batallado para instalar este espacio, pero esperan que próximamente puedan contar con uno al menos de forma provisional.

“Hemos batallado ahorita con la coordinación con el Ayuntamiento de Tijuana, pero al parecer ya el Gobierno del Estado nos está otorgando un predio en comodato, ya tenemos nosotros el contrato y esperemos en el mes de julio, más o menos, estar aperturando el primero aquí en Tijuana”, declaró.

Espacios necesarios

Aseguró que estos espacios son necesarios porque cuando una pareja se divorcia, son muchas veces los menores los que quedan en medio cuando ambos buscan su custodia.

Lo primero que utilizan como moneda de cambio es a los hijos, para que no lo puedan ver. Entonces acuden ante el juez, le manifiestan al juez, no se lo puedo prestar porque hay un riesgo, de violencia, de agresión, tocamiento o sustracción, aquí se da mucho porque los pueden cruzar a San Diego y ya no los vuelven a ver”, expresó.

Ante esta situación, Fragozo López explicó que un juez determina los días y horarios de visitas supervisadas en uno de los espacios con los que cuentan para ello.

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“Aquí desafortunadamente lo estamos haciendo en las comidas rápidas, Carl Jr o Burger King porque tienen juegos y son cerrados, entonces no hay riesgo de que la madre o el padre lo sustraiga y se los lleve”, agregó.

Es urgente este centro para dar una atención de calidad, insistió, porque cerca del 20% de los juicios familiares en Tijuana terminan en visita supervisada, llegando alcanzar hasta las 2 mil visitas en un solo año.

Convivencia no adecuada

Beatriz López Valdez, docente de Derecho en Cetys Tijuana, consideró que la convivencia supervisada en restaurantes de comida rápida no es la adecuada. Reconoció que con estas acciones los jueces hacen lo posible para encontrar espacios y cumplir con el derecho que tienen los padres y los menores de una convivencia.

“La convivencia en restaurantes de comida rápida no es adecuada y menos si a lo mejor hay espacios de juegos y el niño va querer más jugar que convivir con el papá”, complementó.

Recordó que en el año 2021, antes de la llegada de la actual administración municipal, hubo un acuerdo con el Tribunal del Estado para que las mencionadas convivencias se realizaran en el Centro de Desarrollo Comunitario “María Elvia Amaya” del DIF Tijuana, debido a que en ese espacio hay psicólogos y trabajadores sociales.

Restablecer el vínculo de la relación padre-hijo

Desconoce la razón por la que este espacio no sigue siendo utilizado, pero en su momento funcionó porque buscaban restablecer el vínculo de la relación padre-hijo o madre-hijo.

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“También es importante apurar de que existan estos centros, sobre todo por lo delicado que es el reencuentro o cuando los menores tienen mucho tiempo sin ver a sus padres o madres”, añadió.

El tema de los espacios explicó es importante para la convivencia, con diferentes tipos de actividades atendiendo la necesidad o situación específica del menor de edad y los padres. Señaló que la meta final es la convivencia sin la supervisión, pero para esto los padres deben de cumplir con terapias y evaluaciones psicológicas.

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