Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Tijuana / BBC News Mundo

Los desencuentros entre los países que comparten la Amazonía que frustraron un acuerdo importante para proteger la selva

Este miércoles culmina la Cumbre de la Amazonía. Pero el acuerdo alcanzado entre los ocho países que comparten la región es menos ambicioso de lo esperado.

Los desencuentros entre los países que comparten la Amazonía que frustraron un acuerdo importante para proteger la selva

El presidente brasileño, en el centro, posa junto a los otros líderes sudamericanos durante la cumbre.

Una “cita histórica”. Un “antes y un después” en la historia de la protección del Amazonas.

Con estas palabras el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, inauguró el martes la Cumbre de la Amazonía en Belém, que reúne a los líderes y jefes de Estado de los ocho países que comparten la cuenca amazónica.

El encuentro de dos días -el primero de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) en 14 años- tenía como finalidad consensuar una hoja de ruta para evitar que esta región alcance un punto de no retorno y afecte aún más el clima del planeta.

La esperanza de Lula era salir de la cumbre con una política unificada sobre el medio ambiente.

"La idea básica es que salgamos de aquí preparados para que, de manera unificada, todos los países que tienen bosques tengan una posición común en los Emiratos Árabes Unidos durante la COP28 y cambien la discusión", expresó el presidente.

Sin embargo, el acuerdo alcanzado el martes entre los países participantes (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), no fjió metas comunes en temas clave como la lucha contra la deforestación, dejando que cada país decida sus propios objetivos de conservación.

Brasil ya adoptó la política de deforestación cero para 2030.

Para los activistas del clima, el documento -llamado Declaración de Belém- carece de medidas concretas en “momentos en que el planeta se está derritiendo”.

“Las temperaturas récord se superan todos los días, no es posible que bajo estas circunstancias, los ocho presidentes de las naciones amazónicas no puedan incluir una línea en la declaración, en negritas, de que la deforestación debe ser cero, esto ya no será tolerado”, sentenció Marcio Astrini, secretario ejecutivo de la coalición ambientalista Observatorio del Clima.

¿Pero cúales fueron los puntos más contenciosos en la discusión que llevaron a cada país a defender su punto de vista e impidieron llegar al acuerdo tan esperado?

Deforestación

Presevar la Amazonía -un sumidero de carbono crucial, que absorbe las emisiones de dióxido de carbono que están impulsando la crisis climática- es una parte central en la lucha contra el cambio climático; y Lula hizo un llamado para establecer la meta común de acabar con la deforestación para 2030.

Brasil ya adoptó esta política: desde que Lula llegó a la presidencia tras el gobierno de su predecesor, Jair Bolsonaro –quien favoreció el desarrollo por sobre la conservación- la deforestación en Brasil se ha reducido drásticamente. Lula esperaba que los otros países presentes en la cumbre hicieran lo mismo.

La selva amazónica es un sumidero de carbono crucial para evitar el aumento de las temperaturas.

Pero aunque el término “deforestación” aparece 13 veces en el documento conjunto, allí no figura el objetivo de que todos los países se adhieran a la tasa cero para 2030.

En su lugar, los países se comprometieron a establecer una “Alianza para el Combate a la Deforestación entre los Estados Miembros”, que incluye metas nacionales menos ambiciosas que la deforestación cero para 2030.

Funcionarios del gobierno brasileño involucrados en la negociación del texto de la declaración, que hablaron con BBC News Brasil bajo condición de anonimato, señalaron que la meta común de deforestación cero para 2030 fue resistida por los países de la región, sobre todo por el presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce.

Según estos funcionarios, a Bolivia le habría resultado difícil aceptar el establecimiento de una meta concreta en torno al tema.

Astrini, del Observatorio del Clima, explica que la falta de consenso en torno a esta meta es el resultado de las diferencias políticas y económicas entre los países de la región.

Según él, la falta de ese objetivo genera frustración entre los ambientalistas.

“La meta de deforestación cero llevaría este documento a otro nivel, pero eso no sucedió. La explicación de esto es que los países están viviendo diferentes momentos políticos. Brasil es un gran productor mundial de commodities y asumir una meta como esta tiene un impacto en los negocios del país en el exterior. Con otros países, las presiones son diferentes", le dijo Astrini a BBC News Brasil.

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, restó importancia a la ausencia de un objetivo común.

“Esto no va a separar la región. Hubo un entendimiento sobre este tema de la deforestación”, dijo Vieira en respuesta a una pregunta de BBC News Brasil.

Exploración petrolera

El tema de la exploración petrolera, también fue objeto de controversia, y solo aparece mencionado al final del texto.

En los días previos a la cumbre hubo manifestaciones en Belém en contra de la explotación petrolera.

Sobre ello, se dice que los países acuerdan que “iniciarán un diálogo entre los Estados miembro sobre la sostenibilidad de sectores como la minería y los hidrocarburos en la Región Amazónica, en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus políticas nacionales soberanas”.

Se trata de un tema delicado para los países de la organización ricos en reservas petroleras como Brasil, Venezuela, Guyana, Surinam y Ecuador.

Del otro lado, prácticamente aislada, estaba Colombia.

En su discurso durante la cumbre, el presidente colombiano Gustavo Petro volvió a criticar la exploración petrolera, manteniendo la posición de su gobierno que, a principios de año, prometió no liberar nuevas licencias de exploración petrolera en el país.

Petro quiere que otros países se sumen a esta iniciativa, pero Brasil está considerando actualmente explorar nuevas áreas en la desembocadura del río Amazonas.

Petro llamó a las apuestas sobre nuevas fuentes de combustibles fósiles "negatividad".

“[Los gobiernos de] derecha tienen una salida fácil, que es el negacionismo. Niegan la ciencia. Para los progresistas es muy difícil. Entonces genera otro tipo de negacionismo: hablar de transiciones”, dijo Petro durante su intervención.

El ministro Mauro Vieira evitó criticar la declaración del presidente colombiano.

Petro criticó la exploración petrolera en la Amazonía.

“Con respecto a la posición del presidente Petro, no hay divergencia. Brasil, desde la década de 1970, inició una transición (energética) y estoy seguro de que la descarbonización será tema de un documento en el futuro”, dijo el canciller.

“La posición es convergente (con la de Colombia) y cada país tendrá que seguir al ritmo y ritmo que esté a su alcance. Hay muchos países en el mundo que tienen una matriz energética dependiente del carbón y de los combustibles fósiles”, señaló Vieira.

Entretanto, en los días previos a la cumbre, los movimientos sociales reunidos en la capital de Pará realizaron manifestaciones pidiendo el fin de la explotación petrolera en la Amazonía y la reducción global del uso de combustibles fósiles.

Financiación de los países ricos

Otro punto del documento en el que también surgieron desacuerdos fue el apartado sobre el cobro de los países de la región a las naciones ricas por transferir recursos a los países en desarrollo para hacer frente a la adaptación y mitigación del cambio climático.

El texto indica que los países amazónicos acuerdan "instar a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos de proporcionar y movilizar recursos, incluida la meta de movilizar US$100.000 millones por año en financiación climática para apoyar las necesidades de los países en desarrollo".

Vieira (izquierda) minimizó la falta de una meta común.

El compromiso de transferir recursos a los países en desarrollo es reclamado con frecuencia por el presidente Lula en sus discursos.

Petro, por su parte, criticó esta postura.

“Pedir que nos den dinero no es suficiente. Esta es una forma retórica del Norte de decir que está haciendo algo. Si valoramos [la Amazonía], vale mucho más. No es con un regalo del Norte que vamos a hacer esto", expresó el presidente colombiano.

Arce también criticó la intervención de actores extranjeros en la Amazonía

En su opinión, mientras Estados Unidos intentaría influir en la región por medios militares, Europa intentaría hacerlo a través de organizaciones no gubernamentales.

“No aceptamos formas encubiertas de dominar la Amazonía”, dijo Arce.

La cumbre Amazónica finaliza este miércoles con la participación de países de fuera de la región amazónica.

El miércoles se suman representantes de la República Democrática del Congo, la República del Congo e Indonesia. Fueron incluidos en el evento porque son ricos en selvas tropicales.

Alemania y Noruega también hacen parte de la reunión, ya que son donantes regulares del Fondo Amazonía, creado por Brasil en 2008 para financiar mecanismos para combatir la deforestación y preservar la selva.

Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados