Crecen 143% desórdenes alimenticios
De acuerdo al último reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud, Baja California se ubica como el estado con más casos en el País.
Tijuana BC.- En Baja California aumentó 143% el número de mujeres y hombres enfermos de anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios en el último año, de acuerdo a la Secretaría de Salud Federal.
El Boletín Epidemiológico detalla que se acumularon 56 casos del primero de enero al 3 de febrero del presente, mientras que en ese mismo periodo, pero del año pasado, fueron solo 23.
Las cifras actuales ubican a la Entidad en el primer lugar de México con más pacientes con trastornos alimenticios, lo que alertó a expertos en salud mental, ya que pudieran rebasar el número de las personas desconocen que los sufren.
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Son más mujeres
Lorena Granada Guerrero, doctora en Nutrición y Ciencias de la Conducta del Centro de Atención Psicológica para la Salud (CAPS), informó que las principales víctimas son las mujeres y hombres de entre 14 y 23 años, aproximadamente.
La edad de inicio bajó, al menos en la mayoría de los casos, pues anteriormente este tipo de condiciones se presentaban después de los 18, apuntó.
La pandemia de Covid-19 generó un repunte de los desórdenes alimenticios, expuso, porque muchas personas “aliviaron” el estrés o ansiedad a través de su alimentación, comiendo de más o, por el contrario, dejando de hacerlo.
Dejan de comer
Granada Guerrero explicó que la bulimia restrictiva nerviosa consiste precisamente en dejar de ingerir alimentos o comer, pero con un conteo obsesivo del consumo de calorías.
La bulimia compulsiva es cuando hay atracones y antes de que haga digestión la persona vomita con el propósito de no subir de peso, explicó, o deshacerse de la comida mediante el uso de laxantes o purgas de manera constante.
La especialista detalló que existe otros trastornos alimenticios como el llamado “Pica”, en el cual consiste en chupar o comer algodones, papel, tierra u otro objeto que sustituya los alimentos.
Falta de amor
Señaló que los trastornos se relacionan con la falta de amor en la infancia de parte de los padres, autocastigos, depresión, ansiedad, violencia, burlas y lo que se ve en redes sociales.
Llegan a bajar de peso de manera drástica con tal de ser aceptados entre compañeros de escuela o amigos fuera de ella, apuntó, y en la lucha por conseguir el cuerpo perfecto, mujeres y hombres al verse al espejo alteran la realidad sobre su cuerpo.
Según ellos les aparecen “lonjitas” donde no las hay, o sienten que les “falta algo” donde no es necesario, expuso.
Se comparan
La especialista aseguró que esta disociación se agudiza cuando se comparan con otros cuerpos o artistas, cuyas fotografías circulan en redes sociales como Instagram, en donde ven “cuerpos de envidia” a pesar de los filtros.
“Empezamos a ver una disociación entre mi cuerpo y lo que estoy viendo y empiezo a decir ‘mi nariz no me gusta, quiero la de tal persona’, ‘mis brazos no me gustan porque no se ven la de tal persona’”, subrayó.
Granada Guerrero agregó que durante las celebraciones especiales como cumpleaños y graduaciones o en épocas del año, como invierno y verano, aumentan los desórdenes alimenticios, debido a que es cuando se quiere presumir u ocultar el cuerpo.
Es una construcción porque ya es algo que desde pequeño van a empezar a formar de manera errónea en cuestión de pensamiento, voy pensando en que yo tengo algo malo y tengo que cambiar”
Manifestó.
Ese tipo de situaciones van abonando, detalló, se sienten cómodos en invierno porque pueden usar muchos suéteres, pero cuando llega el verano en donde se puede usar blusitas más cortas, llegan a enfrentarse a lo que no les gusta ver en el espejo y detonan los desordenes.
Padres vigilantes
Por estas situaciones, consideró que es urgente que los padres de familia y profesores estén al pendiente de los comentarios de sus hijas e hijos respecto a su cuerpo y estén alerta si deciden seguir una dieta.
“Siempre habrá esos momentos en donde las chicas o chicos demuestran una inconformidad con su cuerpo, esa es la característica principal. ‘No me gusta como se me ve esta blusa, no me gusta como me veo así, no voy a comer esto porque voy a subir de peso’. Con esos pequeños detalles tenemos que advertir, aunque parezcan comentarios aislados, puede ser que detrás esté una construcción que posteriormente vaya a desarrollar el trastorno”, alertó.
Sobre el tratamiento, dijo que dependerá de los pacientes, pues necesitan recuperar su autoestima y aliviar los daños causados en su organismo.
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