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Afectan a hijos hábitos alimenticios de padres

Un niño o adolescente que supera los 30 puntos en su IMC está dentro de la población con obesidad moderada, refieren.

Tijuana, BC.- Las posibilidades de que un infante o joven tenga problemas de sobrepeso y alimentación son altas si sus padres también padecen dichos trastornos, aseveró el vocal del Colegio de Psicólogos de Enfermedades Metabólicas de Baja California.

Jesús Elías Ortiz Gómez advirtió que la obesidad conlleva otras afecciones como la diabetes, la hipertensión, la apnea del sueño, así como otras consecuencias a largo plazo que comprometan su salud en etapas adulta.

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“Normalmente cuando los papás tienen un problema de obesidad, los hijos también lo tendrán, porque comen lo mismo y desafortunadamente cuando el niño es gordito y tiene problemas de peso es muy difícil que lo supere”, manifestó.

Mala genética de los mexicanos

Señaló que los mexicanos tienen una mala genética al grado de que un infante verá más cercana su posibilidad de padecer un trastorno metabólico si sus padres también se ven afectados.

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Cuando tu papá o tu mamá es diabético, como hijo tu posibilidad de ser diabético es el 50%, y si tus padres los 2 son diabéticos, en México tu porcentaje como hijo de tener desarrollar diabetes es el 100%”, puntualizó.

Ortiz Gómez contó que si la población juvenil, que engloba desde los 2 a los 19 años, tiene un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a los 30 puntos la posibilidad de padecer obesidad es alta.

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La fórmula para obtener el IMC tiene como base el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros, explicó.

Educación desde las primeras infancias

Consideró que la educación desde las primeras infancias sobre la alimentación y el ejercicio físico es prioritaria para garantizar su óptimo crecimiento, así como para influir en su salud mental.

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Apuntó que a nivel internacional, México se posiciona en el primer lugar de niños con nivel de obesidad altos, algo que consideró se mantendrá de no haber una modificación en el estilo de vida de los infantes.

“Se ocupa demasiado un cambio en el estilo de vida, pero es muy difícil que a nivel social se vaya a hacer, una vez que tu índice de masa corporal pasa los 35 es muy complicado hacerlo”, comentó.

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Ortiz Gómez añadió que el poder económico de las familias incide directamente en este tipo de trastornos, puesto a que aquellos con una capacidad adquisitiva mayor tienen acceso a cadenas alimenticias no saludables.

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