¿Plagiario Aguilar Camín?
Héctor Aguilar Camín.- Politólogo y periodista, presentó en el Cecut su más reciente libro titulado “La tragedia de Colosio”. El libro, publicado por la prestigiosa editorial Alfaguara, está constituido a base de declaraciones y testimonios de numerosos personajes de la política mexicana, en el marco del proceso de las investigaciones que realizaron los cuatro fiscales especiales destinados a esclarecer el ominoso crimen. El libro no representaría ninguna controversia si no fuera porque nuestro paisano Pedro Ochoa Palacio, realizó antes, en 1999, un trabajo similar, lo presentó al Consejo Editorial de Alfaguara y le fue rechazado diplomáticamente, por dos razones; que era de difícil lectura y porque en ese momento lo que importaba era la elección del 2000 y no el crimen de Colosio. Nuestro amigo aceptó las razones y guardó el texto para mejor ocasión. Al cumplirse el 10 aniversario de la muerte de Colosio, aparece el libro de A. Camín, con la misma idea central y muchos, pero muchos de los textos recopilados por Ochoa durante cinco años. Entonces, le entra la sospecha de plagio, ¿sabe por qué? Porque Aguilar Camín, formó parte del consejo Editorial de Alfaguara que leyó y rechazó el libro de Ochoa. A nosotros, sin acusar y ni afirmar nada, nos entra la sospecha y preguntamos: ¿por qué una editorial de prestigio y un escritor destacado editan y presentan un libro similar en contenido y fondo al que rechazaron cinco años atrás? Oneroso gasto de publicidad en el gobierno.- 14 millones de pesos anunció el alcalde de Tijuana, se gastan este año en la promoción de obras. La promoción de la obra pública, está contemplada en la ley y la autoridad municipal, tal como lo hacen las estatales y federales, invierten en este ramo cantidades importantes. Lo mismo da que sean del PRD en el DF, los gobernadores y alcaldes del PRI en los estados y Fox y gobernadores, alcaldes senadores y diputados del Pan en todo el país. Para nadie, por ingenuo que sea, sabe que los 14 millones anunciados por el alcalde se suman a varios cientos y tal vez miles en todo el país, que son gastados inútilmente en, lo que ellos llaman promoción, aunque sabemos que es publicidad política, que se traduce en: “...mira ciudadano: nosotros , los de mi partido, estamos haciendo esto y esto más, recuerda votar por nosotros en las próximas elecciones...” Esto no sería tan lamentable y criminal, si no fuera por dos razones importantes. Primera: La enormes carencias que en los tres órdenes de gobierno tienen la educación, la salud, la asistencia social y la seguridad pública. Segundo: promocionales y publicidad, sólo se justifican en una mínima medida, cuando se trata de campañas de vacunación, educación y orientación sobre algunos servicios de los gobiernos. Lo demás se convierte en demagogia y a veces sirve para tapar la ineficiencia de algunos funcionarios. Ojalá la ley prohibiera la propaganda del gobierno en favor del gobierno, recordando aquello de que : “Alabanza en boca propia se vuelve vituperio”. Otra vez la Federal Preventiva.- El pasado miércoles 9 de junio, llegaron a nuestra ciudad 300 efectivos de la Policía Federal Preventiva que dirige el general Francisco Arellano Noblecía. Vienen, dijo a la prensa el general, a inhibir el robo de autos. Desde ese día, se han establecido grupos de policías pertenecientes a esa agrupación y a las estatales y municipales, en los estacionamientos de los principales centros comerciales, antes, verdaderos centros de robo de autos. En cada sitio, se ven ahora a los policías fuertemente armados y en lugares visibles los vehículos en que se transportan. Como es natural, ante el espectacular despliegue, nadie roba un auto en esos lugares. Se tendría que estar loco para hacerlo. Por ahora, podemos ir de compras tranquilamente a los lugares donde antes se realizaban decenas de robas diariamente. ¡Qué bueno! Pero... ¿por cuánto tiempo? Porque no siempre van a estar ahí los de la Federal Preventiva, ya que su presencia es muy costosa y por ello temporal. ¿Qué sucederá cuando ellos se retiren? Volverá la misma situación. Al mal hay que cortarlo de raíz. Y parte muy importante de esa raíz, está en las mismas autoridades policíacas. Hay lugares donde los vecinos saben que ahí se “deshuesan” autos robados, ven llegar a las patrullas y hablar con los delincuentes ven a agentes ministeriales que llegan y se van y los delincuentes siguen ahí. A quien esto escribe, como a muchos ciudadanos, le ha tocado auxiliar a un familiar al que le han robado un auto. Denunciar a la policía el hecho, ir al lugar donde van a desmantelar el auto en vía pública, pedir una patrulla y ser ignorado totalmente, y ante un descuido de los robacarros, recuperar el auto, a un a riesgo de una agresión. Si no se corta el mal de raíz, si no se acaba con la corrupción que propicia impunidad, de nada servirán a la larga los espectaculares despliegues de la Policía Federal Preventiva y la virtual toma de estacionamientos. Correo electrónico: marioov@hotmail.com El autor es profesor de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas y cronista de la ciudad de Tijuana.
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