Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

La necesidad de discriminar

“Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla…”-PROVERBIO RUSO.

“Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla…”

-PROVERBIO RUSO.

Las diferentes vacunas contra el COVID-19 están demostrando su efectividad contra la enfermedad grave muy a pesar de la ahora predominante variante DELTA que, con su mayor capacidad de contagio, ha puesto de cabeza incluso a los países con mayor cobertura en la aplicación de vacunas. Como resultado del avance de los programas de vacunación, entre los vacunados se ha reducido considerablemente la mortalidad. El acelerado crecimiento en contagios y hospitalizaciones es ahora entre quienes no han podido o no han querido recibir alguna de las vacunas. Aunado a esto, hay algunos que creen que la utilización de cubrebocas violenta sus derechos y libertades individuales comprometiendo con ello los derechos del colectivo al permitir con sus acciones que se mantengan las infecciones y con ello las mutaciones.

Ante el avance de la cobertura de las vacunas en diferentes países, muchos de éstos intentan normalizar en la medida de lo posible la vida que en algún momento conocieron. Entre las alternativas propuestas por algunos estados y países, está el discriminar a quienes, a pesar de tener acceso a las vacunas, se rehúsan a que se las apliquen. En el Reino Unido, por ejemplo, han creado un semáforo donde han impuesto distintas restricciones a los viajeros dependiendo de su país de origen. De hecho, están discriminando de tal manera, que los viajeros procedentes de países en la lista verde no requieren hacer cuarentena aun

cuando no han sido vacunados siempre y cuando presenten prueba PCR negativa, cuando los que vienen de países en la lista ámbar no requieren cuarentena siempre y cuando estén vacunados y presenten prueba negativa. Los únicos que pueden entrar al Reino Unido cuando viajan desde países en la lista roja (como México) son los nacionales o residentes que tendrían que hacer cuarentena pagada con recursos propios en hoteles autorizados por el gobierno.

Algunos estados como el nuestro, y ante la alta tasa de vacunación respecto al resto del país, por ahora permiten eventos masivos siempre y cuando los asistentes estén vacunados o presenten prueba negativa.

Incluso, algunas aerolíneas norteamericanas como United, han hecho obligatorio a sus empleados estar vacunados poniendo como límite de tiempo cinco semanas a partir de que una vacuna reciba autorización comercial y de no aplicársela, se arriesgan a ser cesados.

Obviamente, al escuchar la palabra “discriminar”, a muchos se le vienen encima sentimientos muy arraigados en los conflictos sociales y culturales que hemos vivido las ultimas décadas. Sin embargo, creo que ante la alta posibilidad

de que tengamos que convivir con este virus y sus variantes de aquí a la eternidad, tendremos como sociedad que discutir con seriedad la necesidad de establecer reglas y mecanismos que le permitan mayores libertades y privilegios a quienes actuamos con mayor responsabilidad colectiva y al mismo tiempo se les limiten, a quienes por cualquier pretexto se rehúsan a ser vacunados y/o a cumplir con las medidas sanitarias básicas.

Lo ideal sería que el grueso de los ciudadanos del mundo actuáramos de acuerdo con las recomendaciones de la ciencia y fuéramos empáticos con el colectivo y permitiéramos, por el bien de todos, que nos aplicaran las vacunas disponibles para así, con el esfuerzo de todos, erradicáramos a esta enfermedad como lo pudimos hacer con aquellas que por mucho tiempo devastaron a la humanidad como la poliomielitis y la viruela y que gracias a la ciencia y a la voluntad de la humanidad completa fueron vencidas.

Ante los oídos sordos de muchos que ya no creen ni confían en la ciencia, quizá la discriminación los convenza.

* El autor es arquitecto tijuanense, pro ciudades compactas.

Temas relacionados