Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Nuestra Responsabilidad

Somos lo que hacemos.

Somos un país que a lo largo de su historia ha acumulado muchos desencuentros que nos han marcado como sociedad, ya sea se trate de grupos indígenas, de gente con recursos, de católicos, liberales, conservadores, o de grupos sociales que por años han resentido abusos, producto primeramente de un sistema educativo sin calidad que los condena a trabajos con niveles de salario ínfimos. Durante años hemos hecho de estos desencuentros pretextos para culpar a los demás de nuestra realidad: un país en el que difícilmente se logra la movilidad social de grupos vulnerables; es muy poco probable que el hijo de un campesino con poca escolaridad alcance niveles educativos que le permitan ascender significativamente dentro de nuestra sociedad; a mi juicio es este el pendiente más importante que tenemos en nuestra comunidad.

Millones de mexicanos inician su día de madrugada, usan un sistema de transporte ineficiente e inseguro para un par de horas después comenzar su jornada laboral en un trabajo pesado, repetitivo y mal pagado, muchos sin prestaciones de ley, con patrones o sindicatos insensibles a un trato humano e igualitario; después de ocho extenuantes horas repetirán el mismo cansino viaje de retorno a casa, un lugar con alta probabilidad de hacinamiento, al llegar tendrá que dar cara a los hijos, en el caso de ser mujer, hacerse cargo de las labores domésticas y soportar, en la mayoría de los casos, las estupideces de un país machista y vulgar que cosifica a sus mujeres y exalta a barbajanes en cada pinche esquina. Lo más grave es que estos millones de mexicanos repetirán esto 6 días de cada semana de cada año del resto de sus vidas; nosotros, los que pudimos haber hecho algo para que su cotidianidad fuese mejor y no lo hemos hecho somos responsables de su condición, lo hemos sido como gobernantes de quinta, como maestros ausentes, como empresarios irresponsables, o como ciudadanos que preferimos voltear a otro lado fingiendo que nada sucedía cuando mucho es lo que pasaba; nuestra vertebración social no puede ser entendida sin nuestra complicidad en mayor o menor grado

Es este grupo de mexicanos agraviados que hoy tienen en Andres Manuel López Obrador una figura que en el discurso los reivindica pero que a través de su pésimo gobierno los condena a seguir siendo mexicanos sin la posibilidad de un mejor futuro; hoy son más los mexicanos pobres, sin un sistema de salud que procure la de ellos, más los niños presas de una educación secuestrada por un sindicalismo charro sin medición alguna de sus resultados, jóvenes beneficiarios de apoyos sociales que los condenan a seguir con sus niveles habituales de pobreza y explotación política que evitan la movilidad social premiándolos a que ni estudien ni trabajen y que por ende serán incapaces de enfrentar los retos cuando se conviertan en adultos; un país con territorios cada vez más secuestrado por grupos del crimen organizado en donde la propiedad privada deja de ser un regulador del estado de derecho que conduzca a la mejora de la actividad económica. No debemos de regresar a la frivolidad del pasado, pero debemos de asumir el grado de nuestra responsabilidad, ya sea de hecho u omisión; que cada uno asuma la suya, pero por el bien de los que menos tienen, MORENA no debe de seguir gobernandonos. * El autor es empresario, ex Presidente de Coparmex Mexicali

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados