Opción en la derecha

Aplaudo muchas políticas de la actual presidencia, y cada paso adelante en las decisiones difíciles le abre terreno a la oposición.

Si mañana sale un candidato de ultraderecha que se oponga al derecho a un aborto libre y seguro, podría ganar votos. Podría juntar una típica agenda patriarcal que resultara atractiva para muchos.

El pensamiento conservador siempre estará presente en un importante sector de la población, millones. Otro flanco es la fobia a la agenda de género, que está en el subconsciente de muchos, y curiosamente en Rusia es oficial.

Si bien poco mencionado por Putin, pero dicho, van, en Ucrania, contra lo que él llama locura de género. Nuestro presidente ha nadado de muertito con las decisiones difíciles, tolerante pero no promotor.

Quizá sea lo más inteligente, aunque puede ser parte del conservadurismo del presidente. La actual discusión alrededor de abrazos no balazos, es muy delicada. No funciona en los ciudadanos este discurso triunfador sobre la inseguridad y la corrupción, pienso debería ser más humilde ante tan abrumador problema.

Disparar o no disparar, parece ser la pregunta. Un candidato que proponga responder con armas a las armas también podría ganar votos.

El uso de la fuerza está justificado si la resistencia o agresión es evidente y máxime en el tiempo presente, frente a frente.

Los homicidios siguen barbáricos y frecuentes, el feminicidio aumentando. Las muertes inocentes o colaterales por responder con balazos serían pocas en comparación con los asesinatos y desapariciones de todos los días. Insiste el presidente en que no se nace malo y solamente se es producto de su circunstancia, esto es únicamente una parte de la maldad.

Hay una innata, un porcentaje con carga genética que los hace psicópatas o antisociales, más aún, si la circunstancia es propicia, son los líderes, el centro de la criminalidad organizada. Siempre tendrán tropa, los menos inteligentes o sanguinarios.

Si surge un candidato de la derecha con la vieja fórmula de ley y orden, tendrá un porcentaje a su favor. Son flancos débiles de este movimiento que pretende acabar con la corrupción y la desigualdad. Limpiar el sistema judicial, entrenar y pagar muy bien a la policía son condiciones necesarias para que valgan la pena los balazos.

El humanismo del presidente es muy ingenuo, lo confunde con la bondad. Su pueblo bueno se está portando mal y no lo reconoce. La maldad de esas mentes que son capaces de semejantes atrocidades es inevitable, solamente controlable.

Tenemos tantos psicópatas como en Dinamarca, pero allá no tienen impunidad. Quizá tema aumente la cifra de muertes violentas, pero presumir que vamos bien porque no ha aumentado la violencia, vaya alivio.

El triunfalismo anticipado es un error, puede suceder un giro en las urnas presidenciales.