¿Quién se beneficia llevando a la quiebra al SITT?
Tres gobiernos municipales han pasado, han sido tres colores distintos sin solución para que el Sistema Integral de Transporte de Tijuana funcione correctamente.
Tres gobiernos municipales han pasado, han sido tres colores distintos sin solución para que el Sistema Integral de Transporte de Tijuana funcione correctamente; hoy en día, el SITT cuesta más de 15 millones de pesos al año a la ciudad, tan sólo en pagar a los empleados, las estaciones están desoladas, de las 30 unidades troncales únicamente circulan cinco o seis y vacías, pero en política alguien siempre gana; en el SITT, ¿quién se beneficia con llevarlo a la quiebra?
Desde el trienio de Jesús González Reyes se pagaron millones para hacer “estudios de factibilidad” para la entonces ruta troncal y cuando llegó Jorge Hank tumbó el proyecto; igual Jorge Ramos quería poner un tren en el “lomo” de la canalización del río Tijuana, nada de ello tuvo futuro hasta que en el trienio del priista Jorge Astiazarán el proyecto se cristalizó.
Fue un compromiso del Presidente Peña Nieto, Banobras junto al gobierno federal y el municipio invirtieron más de mil millones de pesos en la creación la ruta, la construcción de estaciones, adicional a los 300 millones de pesos que se invirtieron en los camiones, hoy en día el SITT está declarado en bancarrota; los funcionarios y empleados del sistema no justifican su paga, por lo general sólo van a las oficinas a pintarse las uñas y pasarla en Facebook.
Desde el inicio y sobre todo en el trienio del panista Juan Manuel Gastélum se vieron problemas con los concesionarios del transporte, esto a pesar de que empresas invirtieron para contar con 130 unidades marca Dina para las rutas alimentadoras que hoy en día ya ninguna existe, los camiones están trabajando en empresas como Calfia o Amarillo y Perla, incluso en algunas empresas de transporte de personal como la empresa Gaviota, una de esas unidades tuvo un accidente con consecuencias fatales esta semana.
Además la empresa denominada SITT que es la paramunicipal concesionaria de las rutas y dueña del sistema de transporte debería obligarlo a trabajar en las rutas o en su defecto suplir al operador rodante por falta de cumplimiento, ha desatendido sus obligaciones, desarticulando y desmontando el sistema de transporte con la complacencia de los directivos del Sistema, que son los responsables de mantener en operación el sistema, caminando en la impunidad y ha cambiado de manos y de dueños, realmente nunca fue lo que se pretendía, ya que desde siempre el accionista mayoritario fue Arturo Aguirre “el Napo” que tiene un 70% de la participación, junto a Rafael Echegollen que tiene un 25% de la participación.
Así como lo hicieron con la industria azucarera, la telefonía y recientemente con los anhídridos y amoniacos en Pemex, argumentan que para el estado es “inviable” seguir absorbiendo los gastos de una empresa quebrada y la rematarán al mejor postor, en el caso del SITT el propio Rafael Echegollen, hoy Director Estatal del Transporte y Accionista del SITT, ha declarado que Fernando Flores Fernández, de Metepec, Estado de México, comprará la empresa de transporte rodante, que es la que se le otorgó el contrato para dar el servicio de trasporte y con ello se quedaría con todo el sistema.
Lo cierto es que los tijuanenses no se han beneficiado con la millonaria inversión, el gobierno reporta pérdidas cada día, los camiones que se compraron para el sistema ya tienen otro uso y de los 20 mil usuarios que se esperaban al día el SITT sólo transportan máximo 400, bajo ese argumento, la inversión pasará a manos de un particular. En el camino los grandes beneficiados serán “El Napo” Aguirre, Rafael Echegollen y Fernando Flores.
*El autor es periodista con 25 años de carrera, ha encabezado noticieros en la televisión internacional; ganó el premio Nacional de Periodismo y ha sido académico, además dirige la página www.alfredoalvarez.mx.
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