Thalía, entre flores y estrellas. Parte 2
Vivir entre estudios de grabación y las telenovelas, fue algo cotidiano en la carrera de Thalía, ya que del año 1992 a 1996, su rutina era estar en promoción de discos y el actuar en la trilogía de sus exitosas telenovelas: “María Mercedes”, “Marimar” y “María la del Barrio”.
Vivir entre estudios de grabación y las telenovelas, fue algo cotidiano en la carrera de Thalía, ya que del año 1992 a 1996, su rutina era estar en promoción de discos y el actuar en la trilogía de sus exitosas telenovelas: “María Mercedes”, “Marimar” y “María la del Barrio”.
“Mundo de cristal” fue su segundo disco como solista, de ahí conocimos temas como “Sudor” y “En la intimidad”, un año después su disquera Fonovisa lanza el material “Love” que tuvo más aceptación en la radio, gracias a éxitos como “Sangre” y “La vida en rosa”. Poco a poco su carrera iba en constante crecimiento, siendo criticada por muchos, pero también querida por gente no sólo de México, sino de otros países.
A pesar de todo ese éxito, pasaba algo curioso con ella, ya que sus propuestas musicales no estaban del todo definidas, en sus discos había muchas baladas, de repente unas dance con ritmos de la década de los 70 e incluyó también boleros como “Cien años” y “A la orilla del mar”. Pero sus producciones sobrepasaban para ese entonces las 500 mil copias vendidas, sólo en México.
Sus telenovelas fueron vistas en más de 50 países, incluso en algunos lugares de Asia ponían las televisiones afuera de las casas para que la gente pudiera ver sus melodramas. Por ejemplo, en Filipinas, la historia de la costeñita “Marimar”, obtuvo 95 puntos de rating en su capítulo final y así ocurrió con su siguiente telenovela. El nombre de Thalía fue muy popular entre las niñas recién nacidas en aquel país.
Debido a la internacionalización de su carrera, firma contrato con la disquera EMI (1994), por lo cual, Emilio Estefan, le produce el disco “En éxtasis” del que fue todo un éxito la canción “Piel morena”, así como “Gracias a Dios” y “Amándote”. Esta producción contó ya con un concepto mejor dirigido y producido, recurriendo a ritmos más latinos. Su éxito en Brasil y Argentina fue brutal.
Debido a la popularidad alcanzada, graba su primer disco en el idioma tagalo y algunas en inglés de ese mismo material, para después lanzar el CD “Amor a la mexicana” del que sonaron melodías como “Noches sin luna”, “Por amor” y “Mujer latina”, también bajo la producción de Estefan. Obtuvo varios discos de oro y platino por las altas ventas.
Para 1999, participa en una película de bajo presupuesto llamada “Mambo café”, la cual se filmó en Nueva York, pero pasó sin pena, ni gloria, al igual que su melodrama “Rosalinda”, el cual no alcanzó los niveles de audiencia esperados y si se considera un tropiezo en su ascendente carrera.
Pero llegó el nuevo milenio y ella irrumpe en la escena musical con su sexto álbum llamado “Arrasando”, el primer sencillo fue “Entre el mar y una estrella”, pero el tema de que le da nombre a su disco, es uno de temas íconos en su trayectoria, así como “Regresa a mí”. Sin duda, el año 2000 fue muy satisfactorio en su vida personal, como profesional.
La próxima semana cerramos con el tema de Thalía, muchas gracias por su espacio y recuerden siempre confiar en el tiempo, los invito a escucharme de lunes a viernes por la frecuencia de Click 104.9 FM de 1 a 3 de la tarde y los sábados en ¨Tocadiscos¨ junto a mi amiga Adriana Millanés a las 5 de la tarde, los invito a seguirme en Instagram estoy como @danieldelatorretj y en Facebook: Daniel de la Torre Radio y Prensa, hasta la próxima semana.
*El autor es comunicador y director de Radio Media Escuela de Locución
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