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Cicese desarrolla proyecto para identificar las vides patrimoniales de BC  

El proyecto tiene el objetivo de entender cómo los microorganismos que viven asociados a estas plantas.

Cicese desarrolla proyecto para identificar las vides patrimoniales de BC  

Ensenada BC.- El Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (Cicese), desarrolla un proyecto que no solo busca identificar y rescatar las vides patrimoniales de Baja California, de las que solo hay 38 hectáreas en cultivo, de las casi 5 mil dedicadas a la vid en la entidad,

El proyecto tiene el objetivo de entender cómo los microorganismos que viven asociados a estas plantas, su microbioma, hacen que resistan y prosperen bajo condiciones extremas de temperatura y falta de agua, y más sanas que las vides comerciales.

Se trata de las vides Misión y Rosa del Perú, que son las vides patrimoniales, también llamadas criollas o simplemente vides viejas, son las que trajeron los primeros misioneros y que, a lo largo de 300 años, se adaptaron a las muy duras condiciones de la península, ayudando a forjar la principal región vitivinícola de México.

Producción de vino

Para la doctora Rufina Hernández Martínez, investigadora del Departamento de Microbiología del Cicese, cultivar vides y producir vino en Baja California años requerirá en los próximos solucionar una buena cantidad de problemas relacionados con el cambio climático que se está viviendo.

Promedios de precipitación menores a 200 mililítros por año, veranos con temperaturas que superan los 40 grados Celsius en los valles vinícolas, ondas de calor cada vez más frecuentes, y más enfermedades en vides comerciales, producidas por cepas virulentas de hongos.

Una parte del estudio tiene como objetivo final conocer y seleccionar los microorganismos benéficos que viven en estas vides, que podrían ser los encargados de que resistan altas temperaturas, poca precipitación y enfermedades, para introducirlos en viñedos comerciales y mejorar así su adaptación al cambiante ambiente de Baja California.

Análisis transcriptómicos

De esta búsqueda de microorganismos benéficos se tiene una colección de más de 100 que fueron evaluados, primero in vitro, luego en invernadero y posteriormente en ensayos en campo.

Para poder determinar qué comunidades están presentes y sus características, el siguiente paso es realizar análisis transcriptómicos de esas vides bajo diferentes condiciones, por ejemplo, seleccionando plantas que crecen con riego y sin riego.

La idea es determinar si realmente la falta de agua hace que los microorganismos actúen para proteger a las plantas, conociendo esto, entonces ya se podría pensar en hacer localmente, lo que muchos viticultores en el mundo intentan hacer: encontrar microorganismos que hagan que la planta se adapte mejor a las condiciones en las que vive, potencialmente se podría transferir ese microbioma en plantas como Cabernet Sauvignon, Merlot u otras”

Explicó.

Otro aspecto

Otro aspecto es determinar si las vides Misión que se tienen hoy en día son las mismas que llegaron a la península hace 300 años, porque esto nadie lo sabe con certeza.

Por la lejanía, es más factible que en vez de sarmientos o pedazos de planta, los misioneros trajeran semillas, facilitando así los procesos de variabilidad.

“En este momento, estamos en el mapa del interés internacional, ya van dos grupos diferentes que han venido a Baja California, uno de Francia y el otro de Hungría, los franceses vinieron por lo del congreso de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) del año pasado; los húngaros por sus propias fuentes, incluso con apoyo del gobierno del estado, la idea que tienen es plantar sus variedades en Baja California para que se evalúe la adaptabilidad en este clima extremo”, explicó.

La investigadora dijo que además del interés comercial, también se están preparando para los efectos del cambio climático, que también ya están sufriendo en Europa.

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