Sinaloa sigue en la mirilla del aparato de poder estadunidense como parte de planes más amplios. Su economía y su vida cotidiana se mantienen en niveles deprimidos.
Es tanto el poder que tiene el gobierno morenista, y tanta su arrogancia, que se dan el lujo de premiar a uno de los peores funcionarios públicos de la historia del País.
Cuando se corrompe la noción del ente estatal y se le pone por encima del individuo se llega a extremos como los del nazismo, el fascismo o el estalinismo.
La defensa de sus intereses económicos la hace desde canales de televisión abierta que son concesionados por el Estado mexicano, Televisión Azteca y ADN 40.