¿Por qué se llaman Dodgers? La historia olvidada detrás de Brooklyn

En el corazón de Brooklyn, Nueva York, donde las calles están llenas de historias y los tranvías zumbaban sin cesar, nació el nombre de uno de los equipos más icónicos en la historia del beisbol, los Dodgers. Este equipo, que hoy conocemos como los Los Angeles Dodgers, lleva consigo un legado y una historia que se remonta a finales del siglo XIX, cuando el beisbol estaba en su infancia y los jugadores eran tan míticos como los tranvías que atravesaban las calles de Brooklyn.

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Brooklyn y los Tranvías: ‘Un Romance de Precaución’

A finales del siglo XIX, Brooklyn era una ciudad vibrante, antes de que se fusionara con Nueva York en 1898. Durante esta época, el transporte público se expandía rápidamente, y los tranvías eran el alma del transporte urbano. Pero con la expansión vinieron los peligros. Los tranvías eran conocidos por su velocidad y por la frecuencia con la que cruzaban las calles sin advertencia. Así, los peatones de Brooklyn, especialmente los jugadores de beisbol y los aficionados que asistían a los juegos, tuvieron que aprender a esquivar estos tranvías a las afueras del estadio ‘Ebbets Field’ para evitar accidentes fatales. De esta costumbre de esquivar o “dodging” (en inglés) los tranvías proviene el apodo que marcó una era, los “Trolley Dodgers”.

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De Los Trolley Dodgers a los Dodgers: ‘La Evolución de un Nombre’

Inicialmente, el equipo de beisbol de Brooklyn fue conocido por varios nombres, incluidos los Brooklyn Grays, Bridegrooms, Superbas y Robins. Sin embargo, el término “Trolley Dodgers” comenzó a ganar popularidad debido a la habilidad y la necesidad de los residentes de Brooklyn para esquivar los tranvías. A medida que el equipo de beisbol crecía en prominencia, el nombre se fue simplificando y adaptando a la cultura local, hasta que “Dodgers” se convirtió en el nombre no oficial utilizado en 1911.

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En 1932, el nombre “Dodgers” fue adoptado oficialmente como el nombre del equipo. Este cambio reflejaba no solo la identidad del equipo, sino también la conexión profunda entre el equipo y su comunidad local, que se enorgullecía de su agilidad y espíritu.

El Gran Salto de Brooklyn a Los Ángeles

En 1957, el propietario de los Dodgers, Walter O’Malley, tomó la controvertida decisión de trasladar al equipo de Brooklyn a Los Ángeles. La elección, que todavía resuena en la historia del beisbol como uno de los movimientos más impactantes, fue motivada por una combinación de factores, incluida la necesidad de un estadio más grande y moderno y la promesa de un mercado en expansión en la soleada California.

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A pesar de la distancia geográfica y el cambio de costa, el nombre “Dodgers” viajó con el equipo. Se convirtió en un puente entre las dos ciudades y una continuidad simbólica del legado de Brooklyn en Los Ángeles. Los Angeles Dodgers adoptaron el nombre con orgullo, honrando tanto su origen en Brooklyn como su nuevo hogar en el oeste.

El Legado de los Dodgers: ‘Un Nombre que Trasciende el Tiempo’

Hoy en día, el nombre de los Dodgers no solo representa a un equipo de beisbol con siete campeonatos de la Serie Mundial y una rica historia, sino que también es un testimonio de la capacidad de adaptación y resistencia. Desde los días en que los fanáticos de Brooklyn esquivaban los tranvías para asistir a los juegos hasta las grandes multitudes que llenan el Dodger Stadium en Los Ángeles, el espíritu de los “Dodgers” sigue siendo protagonista en el mundo del beisbol.