Infieles son más propensos a sufrir disfunción, según Boston Medical Group

BUENOS AIRES, Argentina — La función eréctil está estrechamente vinculada a factores como la salud cardiovascular y las enfermedades crónicas.

Sin embargo, muchos hombres prefieren buscar relaciones extramatrimoniales para “comprobar su virilidad” cuando enfrentan dificultades en la intimidad, en lugar de consultar a un profesional para identificar la causa subyacente.

Esto complica la obtención de estadísticas confiables sobre la vida sexual, pues son muchos los factores que influyen en ella: orgánicos, emocionales, psicológicos, culturales y, además, los prejuicios e inhibiciones que genera el tema.

El tratamiento de las disfunciones sexuales ha permitido descubrir aspectos desconocidos durante mucho tiempo que, al ser ignorados, han dado origen a mitos y creencias erróneas que afectan tanto la salud física como la emocional de las personas.

La relación entre la disfunción eréctil y la infidelidad

En este sentido, tanto la infidelidad masculina como la disfunción eréctil están rodeadas de estigmas vinculados a la masculinidad y las relaciones de pareja.

Diversos estudios realizados en varios países, como el que publicó en 2011 un equipo de la Universidad de Indiana, muestran que los hombres que experimentan dificultades para lograr una erección con su pareja tienden a buscar relaciones extramaritales con la intención de “validar” su masculinidad.

Estos estudios revelaron que los hombres con disfunción eréctil tienen una probabilidad de ser infieles un 6% mayor que aquellos que no enfrentan estos problemas.

Es más fácil optar por una aventura externa que reconocer que se tiene un problema de disfunción eréctil, pero en la mayoría de los casos, esta conducta no soluciona el problema, sino que lo empeora”, asegura Fabián Gómez, médico urólogo y asesor científico de Boston Medical Group, una red de centros dedicados al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas.

Más de la mitad de pacientes con disfunción ha sido infiel

Según los datos obtenidos de más de 3 mil historias clínicas de pacientes atendidos en Argentina por Boston Medical Group desde 2010, el 56% de los hombres que consultan por disfunción eréctil han tenido relaciones fuera de su pareja habitual.

De estos, el 38% ha realizado lo que se denomina “prueba empírica de potencia sexual”, es decir, al fallar en su hogar, buscan comprobar si el problema está relacionado con su pareja estable.

Bernardo, un paciente de 49 años, relata cómo su problema de disfunción eréctil, que pudo superar gracias al diagnóstico y tratamiento adecuado, le causó angustia en su momento:

Cuando buscas a una pareja mucho más joven, hermosa, y te das cuenta de que tampoco funciona, es devastador. No entiendes qué está pasando, y lo único que sabes es que el problema es tuyo”.

Según él, la presión social y los mitos sobre la virilidad dificultan que los hombres hablen abiertamente sobre este tema.

La solución no es buscar por fuera: médico profesional

El Dr. Gómez subraya que, en la mayoría de los casos, la “prueba empírica” no hace más que evidenciar la gravedad del problema.

Estudios muestran que en un 90% de los casos la disfunción tiene un origen orgánico, mientras que solo un 10% de los casos son psicológicos”, explica.

En este sentido, cambiar de pareja o entorno no solucionará un problema de origen físico.

Las principales causas de la disfunción eréctil son enfermedades como la diabetes, la hipertensión, las afecciones cardiovasculares, el tabaquismo, el sedentarismo, el exceso de colesterol y una alimentación inadecuada.

Según Gómez, es raro encontrar a un hombre mayor de 45 años sin alguna de estas condiciones asociadas.

Viven en silencio con impotencia

El temor a la “impotencia” afecta a muchos hombres en silencio, quienes no se atreven a reconocer el problema ni a buscar ayuda.

Además, algunos recurren a la automedicación con fármacos como el sildenafil (la famosa “pastilla azul”), lo que, según el urólogo, puede resultar peligroso, especialmente cuando existen factores de riesgo subyacentes.

Automedicarse es riesgoso, porque una disfunción eréctil puede ser un síntoma de una afección más grave”, señala Gómez.

También advierte que los hombres que buscan validar su virilidad con una aventura extramarital corren el riesgo de contraer y transmitir enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH.

Un factor psicológico que frecuentemente acompaña la infidelidad es la sensación de culpa, aunque Gómez aclara que, según su experiencia clínica, esta no es una causa común de la disfunción eréctil.

La culpa a menudo se convierte en una excusa que los hombres utilizan para no afrontar el problema de su virilidad”, dice el especialista, quien también destaca que la demora en buscar tratamiento tiene consecuencias negativas para la salud general, ya que las condiciones crónicas subyacentes pueden agravarse con el tiempo.

Por último, el Dr. Gómez señala que la disfunción eréctil puede ser una señal temprana de problemas más serios de salud.

Un diagnóstico oportuno de enfermedades como la diabetes o la hipertensión puede salvar vidas, y muchas veces, el primer indicio de estos trastornos llega a través de una consulta por disfunción eréctil.