Elizabeth Bathory, mejor conocida como la ‘Condesa Sangrienta’

Hace algunos días publicamos una nota sobre los 10 casos de vampiros reales, y definitivamente, Elizabeth Bathory nos faltó en la lista; por eso y para recordar el día en que nació, el 7 de agosto de 1560, en De10.mx decidimos realizar una nota solamente de ella, para que conozcas más sobre su vida y sus atrocidades…

Nació como Gabrielle Erzsebet Bathory-Nadasdy, pero todos la conocieron como Madame Bathory, un nombre que pasaría a encarnar la infamia y el deseo absoluto de poder. No obstante estas cualidades nefastas, la condesa es una de las figuras tenebrosas más enigmáticas de aquel período, así lo menciona Espejo Gótico.

Elizabeth, Erzebet o Isabel Bathory fue, sin duda, una de las mujeres más despiadadas de la historia, y es que a ella se le atribuyen entre 80 y 600 muertes de jovencitas entre los 9 y 17 años, todo debido a su enorme deseo de “ser joven por siempre”.

Erzsébet Báthory nació el 7 de agosto de 1560 en Byrbathor, una ciudad de la región de Transilvania. Se dice que cuando tenía 4 años sufrió ataques de epilepsia o algún otro trastorno neurológico, que no parecen tienen relación con su comportamiento posterior.

A los 15 años fue obligada a casarse con el conde Ferenc Nadasdy, quien vivía en batallas. Tuvieron tres hijas y un hijo.

Sus primeras muestras de crueldad aparecieron en la correspondencia que sostenía con su marido ausente, en la que ambos intercambian ideas sobre las técnicas más apropiadas para castigar a los criados de su castillo, proporcionando brutales palizas a sus sirvientas.

La Condesa Sangrienta tenía una especial atracción sexual por las mujeres, sin embargo, sus prácticas sádicas comenzaron a espantar a quienes buscaban satisfacer sus requerimientos, pues los golpes y la sangre eran fundamentales en sus encuentros.

Cuando su marido falleció, en 1604, Bathory comenzó a dar rienda suelta a su psicopatía. Con la ayuda de su cómplice Darvulia, una supuesta bruja de la región, montó un siniestro laboratorio en los sótanos del castillo y se dedicó a las prácticas de magia negra.

Cuenta la leyenda que durante una de las golpizas que propino a una de sus sirvientas, una gota de sangre cayó sobre su mano, asegurando ver como “desaparecían las arrugas y rejuvenecía la piel”, por lo que, según ella, había encontrado la solución para la juventud eterna.

Fue después de esto cuando Elizabeth comenzó a matar sirvientas en cantidades impresionantes, para bañarse y beber su sangre; sin embargo y con el paso del tiempo, esas muertes “por causas desconocidas” acabaron con casi todas las criadas del lugar…

Debido a lo anterior, Bathory comenzó a raptar a jóvenes de buena familia. Los rumores llegaron pronto a la corte, y el rey ordenó investigar el caso al conde Thurzo, un primo de Elizabeth enemistado con ella. Encontraron los cuerpos desangrados y los instrumentos de tortura.

En el juicio llevado a cabo en su contra, la condesa se negó a declarar y se acogió a sus privilegios nobilarios. Fue sentenciada a cadena perpetua y vivió encerrada por 4 años. Nunca mostró arrepentimiento ni llegó a entender por qué la condenaron. Murió el 21 de agosto de 1614.