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¿Eres cazador, o presa? Estudio encuentra el “interrumptor” en el cerebro que determina cuál serás

Conoce uno de los secretos mejor guardados de nuestra mente: ¿Cómo activamos nuestro instinto de supervivencia para evitar ser devorados por la naturaleza?

¿Eres cazador, o presa? Estudio encuentra el “interrumptor” en el cerebro que determina cuál serás

Los humanos viven con el potencial de ser cazadores, o convertirse en la presa de depredadores más fuertes y grandes que nosotros. Y recientemente, científicos descubrieron en qué parte de nuestro cerebro se determina el papel que vamos a jugar en la cadena alimenticia.

La parte del cerebro que determinará si eres la cena

La respuesta se localiza en el hipotálamo, una de las partes más antiguas registradas en los cerebros y que está justo en el medio del órgano. El hipotálamo es conocido por encargarse de las tareas básicas de supervivencia de los seres vivos, como regular la temperatura corporal, desencadenar la liberación de hormonas, moderar los ritmos circadios e incluso, alertarnos cuando sentimos hambre.

Ahora, el nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology encontró que el hipotálamo también se encarga de “intercambiar” el rol de ser presa o cazador dependiendo de la situación en la que nos encontremos y las acciones que tomamos.

Esta revelación ya había sido observada en mamíferos como los ratones, pero por primera vez, los investigadores hallaron evidencia en en las personas.

¿Cómo es el hipotálamo?

Se trata de un pequeño órgano, del tamaño aproximado de una habichuela, y está compuesto de pequeños núcleos que son imperceptibles para escaneos cerebrales comunes, como las pruebas de resonancia magnética.

Para su estudio, los expertos tuvieron que ingeniárselas para analizar esta parte diminuta del cerebro. Una de estas maneras consistió en determinar el pulso del líquido espinal cerebral, y después, corregir los datos fMRI.

También se empleó inteligencia artificial para detectar y clasificar los patrones de actividad que podían ser demasiado sutiles para el ojo humano.

Videojuegos ayudan a determinar el resultado

El equipo usó a 277 voluntarios que jugaron un videojuego en donde tenían que alternar papeles de cacería o de escape. Este título consistía en una arena simple donde los participantes evitaban ser capturados, y las paredes del recinto digital cambiaban de color para indicarles qué rol tendrían que jugar a continuación.

Aunque los participantes no fueron escaneados, se llevó a cabo un registro de todas sus acciones para crear un modelo computacional que diferenciara cuando alguien cazaba o huía.

Los resultados mostraron que el hipotálamo actuaba como un “centro de control” que facilitaba alternar entre comportamientos de presa o depredador. Para ello, se comunicaba con otras partes del cerebro, como la amígdala (la parte que regula el miedo) y la corteza prefrontal ventromedia (donde se lleva a cabo la toma de decisiones).

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