Minicerebros creados por científicos por primera vez con células distintas
Descubre cómo la genética individual podría influir en la respuesta a los medicamentos
Por primera vez, científicos han logrado cultivar modelos tridimensionales del cerebro utilizando células de varias personas. Estos nuevos “minicerebros”, denominados “quimeroides” por los investigadores, representan una variación de los organoides cerebrales.
Los organoides son pequeños modelos tridimensionales hechos de tejido que imitan la estructura y función de un cerebro a tamaño real, ofreciendo una mayor precisión biológica en comparación con modelos celulares bidimensionales o de animales de laboratorio, como los ratones.
¿Qué son los quimeroides?
Los quimeroides son organoides cerebrales creados a partir de células de varios donantes. Normalmente, los organoides cerebrales se cultivaban a partir de células de una sola persona, lo que limitaba su capacidad para capturar la variabilidad genética entre diferentes individuos. Esta limitación influye en el desarrollo cerebral y en las respuestas a los medicamentos, pero ahora, los quimeroides superan este obstáculo, lo que los convierte en una herramienta prometedora para la investigación y el desarrollo de fármacos.
¿Cómo crearon estos “minicerebros”?
El proceso para crear quimeroides es complejo, ya que los investigadores recolectaron células madre de cinco personas diferentes y, en el laboratorio, utilizaron productos químicos para inducir su crecimiento en organoides cerebrales, cada uno conteniendo células de un solo donante.
Luego, los organoides resultantes fueron desintegrados y las células recombinadas para formar quimeroides. Esto aseguró que cada quimeroide contuviera un número igual de células derivadas de cada persona.
Ventajas de los quimeroides en la investigación
Los quimeroides presentan ventajas muy importantes para la investigación neurocientífica y farmacológica. Como explicábamos hace unos párrafos, al contener células de múltiples donantes, estos modelos pueden simular mejor la diversidad genética humana, permitiendo a los científicos estudiar cómo diferentes personas responder a distintos fármacos.
En el estudio reciente, los quimeroides fueron expuestos a dos químicos neurotóxicos: etanol y ácido valproico. Los resultados mostraron que las células de distintos donantes respondían de manera diferente a estos químicos, evidenciando cómo la variabilidad genética puede influir en las respuestas a los medicamentos.
Finalmente, Aparna Bhaduri, profesora asistente de química biológica en la Universidad de California, Los Ángeles, quien no participó en el estudio, escribió en un comentario sobre la investigación:
Los quimeroides son una herramienta emocionante que será ampliamente adoptada en el campo del neurodesarrollo, probablemente con aplicaciones diversas”.
Paola Arlotta, coautora principal del estudio y profesora de biología de células madre y regenerativa en la Universidad de Harvard, expresó su entusiasmo sobre el futuro de los organoides, destacando que “los quimeroides podrían desarrollar nuevas formas de innovación terapéutica para enfermedades neurológicas”.
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