¿Existimos más allá de nuestra conciencia? Esto dice la ciencia

La conciencia es un tema complejo que ha intrigado a filósofos y científicos por igual. Según un artículo publicado en Psychology Today, la conciencia no se limita a esa voz interna que escuchamos en nuestras cabezas. De hecho, existe una distinción fundamental entre lo que se denomina el “yo perceptual” y el “yo narrativo”. Pero, ¿qué significa esto y por qué es relevante?

La diferencia entre el “yo perceptual” y el “yo narrativo”

El “yo narrativo” es la parte de nuestra conciencia que se asocia con nuestra identidad, historia personal y proyecciones hacia el futuro.

Es esa voz interna que narra nuestra vida y se involucra en procesos cognitivos más complejos. Sin embargo, la conciencia básica, o el “yo perceptual”, es mucho más elemental. Este tipo de conciencia se refiere a la capacidad de estar consciente de lo que sucede en nuestro entorno, como la percepción de un objeto o el dolor físico, sin la necesidad de un relato interno.

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¿Puede existir la conciencia sin el “yo narrativo”?

Una de las cuestiones más intrigantes planteadas en el artículo es si la conciencia básica podría existir sin el “yo narrativo”. La respuesta parece ser afirmativa. La conciencia, en su forma más elemental, no requiere la presencia de un yo narrativo. Por ejemplo, durante ciertos procedimientos médicos que adormecen parte del cerebro, las personas pueden seguir siendo conscientes, aunque sin la capacidad de formar narrativas internas. Esto sugiere que el “yo perceptual” puede operar de manera independiente.

¿Cómo logra el cerebro generar experiencias conscientes?

El gran enigma sobre la conciencia, tal como lo expone la nota, radica en cómo el cerebro, siendo una entidad física, logra generar experiencias conscientes. Estos estados de conciencia, también conocidos como “estados fenomenales” o “qualia”, incluyen todo, desde la simple percepción de un sonido hasta el recuerdo de la infancia. A diferencia de objetos inanimados como sillas o computadoras, el cerebro tiene la capacidad única de crear estas experiencias. Sin embargo, aún no comprendemos completamente cómo lo hace.

La distinción entre el “yo perceptual” y el “yo narrativo” podría ser clave para lo que sabremos en el futuro sobre la conciencia. Al centrarse en la conciencia básica, los científicos pueden acercarse a entender cómo el cerebro logra esta hazaña. Es comparable a intentar entender el funcionamiento de un automóvil al estudiar un modelo antiguo, menos complejo, en lugar de uno moderno lleno de componentes informatizados. Este enfoque simplificado podría ser crucial para desentrañar los misterios más profundos de la conciencia.

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