¿Por qué los hijos adultos se molestan con sus padres? Las causas y cómo arreglarlas según la psicología

Comprender por qué los hijos adultos pueden estar enojados con sus padres puede ser complicado y doloroso. Según la psicología, este enojo no suele ser una emoción aleatoria, sino una respuesta a problemas más profundos de la relación. En muchos casos, la ira de los hijos adultos está vinculada a expectativas incumplidas, traumas infantiles no resueltos o conflictos persistentes.

A continuación, te explicamos algunas de estas razones según compartió el doctor Jeffrey Bernstein al medio Psychology Today, basándose en casos de sus pacientes que ha abordado recientemente.

El peso de las expectativas no cumplidas

Uno de los principales desencadenantes del enojo en los hijos adultos es el peso de las expectativas no cumplidas. Un ejemplo de esto es el caso de Lisa y su hija Emma. Lisa siempre tuvo grandes aspiraciones para Emma, presionándola para seguir una carrera en medicina. Sin embargo, Emma tenía una pasión por las artes y finalmente decidió dejar la biología para dedicarse a la pintura. Esta decisión generó un conflicto constante entre madre e hija, con Emma sintiendo que su madre no apoyaba sus verdaderos intereses.

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“Emma sentía que su madre seguía tratando de controlar su vida”, explica el Bernstein en su análisis sobre el tema. Para Lisa, reconocer que su consejo podía ser visto como crítica es clave para mejorar su relación con Emma.

El impacto persistente del trauma infantil

Otro factor importante es el impacto del trauma infantil no resuelto. Para esto, el caso de James y su padre Robert ilustra cómo una crianza emocionalmente distante puede llevar a problemas en la adultez.

Robert, al utilizar un enfoque de amor duro, dejó a James con sentimientos de inadecuación y falta de amor. Estos sentimientos se transformaron en ira hacia su padre en la adultez. “James nunca se sintió capaz de expresar sus verdaderos sentimientos a su padre”, señala Bernstein. Para sanar, es crucial que Robert reconozca el dolor emocional que James experimentó y esté dispuesto a escuchar sin defensividad.

El estrés de los conflictos no resueltos

Finalmente, los conflictos no resueltos pueden también causar enojo en los hijos adultos. Laura y su hijo David enfrentaron tensiones cuando David se casó con Sarah. La discordia entre Laura y su nuera llevó a David a sentirse atrapado en medio de dos mundos. El resentimiento de David hacia Laura se originó en esta presión por elegir entre su madre y su esposa. “David se siente dividido y resentido por la tensión continua”, dice Bernstein. Para resolver este conflicto, Laura necesita respetar los límites de David y mejorar su relación con Sarah. Esto ayudará a reducir el enojo y restaurar la armonía familiar.

¿Cómo sanar estas heridas?

En cada uno de estos escenarios, la ira de los hijos adultos responde a problemas más profundos que van más allá del enojo inmediato. Para abordar esta ira, los padres deben usar empatía, comunicación abierta y estar dispuestos a entender la perspectiva de sus hijos. Esta comprensión puede ayudar a reconstruir la confianza, sanar heridas y restaurar la relación entre ambos.

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