Descubre la historia de los ‘elefantes mineros’
El Monte Elgon, un volcán extinto en la frontera entre Kenia y Uganda, alberga un fenómeno único: elefantes que excavan cuevas en busca de minerales esenciales como sodio y calcio, un comportamiento conocido como geofagia.
CIUDAD DE MÉXICO.- El Monte Elgon, ubicado en la frontera entre Kenia y Uganda, esconde un fenómeno único: elefantes que excavan cuevas en busca de minerales. Este volcán extinto, uno de los más antiguos de África, no sólo destaca por su impresionante altura de 4,300 metros, sino también por la interacción entre la geología y la fauna que allí ocurre. Las cuevas, lejos de ser formadas por los procesos tradicionales de erosión, han sido esculpidas por los colmillos de los elefantes.
Este comportamiento, conocido como geofagia, consiste en que los animales consumen tierra o rocas para obtener nutrientes que no encuentran en su dieta. En el caso de los elefantes del Monte Elgon, los minerales como el sodio y el calcio son esenciales para su salud. La búsqueda de estos elementos ha transformado el paisaje, creando una red de cuevas que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo.
El trabajo de generaciones de elefantes
A lo largo de generaciones, los elefantes han modificado el entorno al excavar las paredes de las cuevas, dejando marcas que evidencian su paso. Un ejemplo destacado es la Cueva Kitum, que se adentra más de 200 metros en la montaña. Miles de elefantes han visitado este lugar durante siglos, alterando su forma y tamaño de manera constante.
Esta actividad también tiene un impacto ecológico. Los minerales que los elefantes extraen y los excrementos que dejan atrás enriquecen el suelo, beneficiando a otras especies que habitan en la cueva. Además, la excavación crea microhábitats que favorecen la biodiversidad, lo que convierte a estas cuevas en ecosistemas dinámicos.
Un peligro oculto: el virus de Marburgo
Sin embargo, las cuevas del Monte Elgon no solo atraen elefantes y turistas; también son hogar de murciélagos, portadores del virus de Marburgo. Este virus, similar al Ébola, ha sido responsable de brotes de fiebre hemorrágica en la zona. La Cueva Kitum, en particular, ha sido el epicentro de algunos de estos brotes, que han afectado tanto a visitantes como a la población local.
El caso más conocido ocurrió en 1980, cuando un turista contrajo el virus tras explorar la cueva, lo que desencadenó investigaciones sobre la relación entre los murciélagos y el virus. Desde entonces, se han implementado medidas de seguridad para proteger tanto a los visitantes como a los ecosistemas locales.
El Monte Elgon sigue cautivando
A pesar de los riesgos asociados, el Monte Elgon y sus cuevas siguen atrayendo a científicos y turistas de todo el mundo. La interacción entre los elefantes y el paisaje sigue siendo un enigma fascinante, que desafía las explicaciones tradicionales sobre la formación de cuevas.
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La actividad geológica y biológica en esta región es un recordatorio del delicado equilibrio entre los ecosistemas y la intervención humana. Mientras las autoridades trabajan para proteger a los visitantes, la relación entre los elefantes y las cuevas del Monte Elgon sigue siendo un testimonio vivo de la capacidad de la naturaleza para adaptarse y transformarse.
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