Exponerse a esta condición extrema durante 5 minutos al día puede mejorar el sueño y elevar el estado de ánimo, revela un estudio reciente

CIUDAD DE MÉXICO.- Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Montreal y la Universidad de Poitiers sugiere que exponerse al frío extremo podría ser clave para mejorar la calidad del sueño. El experimento, publicado en la revista Cryobiology, analizó los efectos de la crioterapia en 20 jóvenes saludables, de entre 22 y 23 años, quienes participaron en sesiones de cinco minutos a temperaturas de hasta -130 grados Fahrenheit.

Los resultados mostraron que, tras cinco días consecutivos de crioterapia, la fase más reparadora del sueño, conocida como sueño de ondas lentas, aumentó en promedio 7.3 minutos durante los primeros dos ciclos de sueño. Este incremento, aunque modesto, podría tener un impacto significativo en quienes buscan descansar mejor. Según Olivier Dupuy, profesor asociado de la Escuela de Kinesiología y Ciencias de la Actividad Física de la Universidad de Montreal, los beneficios no son inmediatos, pues es necesario completar un ciclo de sesiones para notar los cambios.

Beneficios adicionales y diferencias de género

Además de la mejora en la calidad del sueño, el estudio destacó un efecto positivo en el estado de ánimo, especialmente entre las mujeres. Los participantes reportaron una disminución en los niveles de ansiedad y un aumento en su bienestar general tras las sesiones. Este hallazgo podría abrir puertas para investigar el uso de la crioterapia en el manejo de trastornos del ánimo.

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La investigación también evidenció diferencias significativas entre géneros. Las mujeres obtuvieron mayores beneficios tanto en la mejora del sueño como en el bienestar psicológico, aunque los motivos detrás de esta variación aún no se comprenden por completo. Estas observaciones apuntan a la necesidad de seguir explorando cómo el cuerpo humano responde al frío extremo en diferentes contextos.

Potencial en salud y deporte

El impacto de la crioterapia podría extenderse más allá del sueño y el ánimo. Según Dupuy, esta técnica podría ser útil para atletas de élite al favorecer su recuperación física, así como para personas con inflamación crónica o demencia leve si se combina con ejercicio físico. De hecho, este estudio forma parte de un proyecto más amplio que busca optimizar el rendimiento de los atletas que competirán en los Juegos Olímpicos de París 2024.

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Asimismo, investigaciones previas han señalado que la crioterapia puede aliviar dolores musculares y articulares, fortalecer el sistema inmunológico e incluso estimular la producción de colágeno. Aunque quedan preguntas por resolver sobre su eficacia en otras afecciones, los científicos aseguran que los efectos observados son reales y no simples placebos.