OMS advierte: El consumo excesivo de sal puede causar cáncer

CIUDAD DE MÉXICO.- El consumo de ciertos ingredientes en la cocina es casi inevitable, y uno de los más comunes en nuestra dieta diaria es la sal. Este condimento, aunque es fundamental para dar sabor y conservar alimentos como carnes y pescados, su abuso puede tener consecuencias perjudiciales para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es importante tener cuidado con la cantidad que ingerimos, ya que su consumo excesivo está relacionado con varios problemas de salud, entre ellos el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades graves.

El vínculo entre la sal y el cáncer

Aunque la sal es útil en pequeñas cantidades, su exceso puede traer serias consecuencias, especialmente en lo que respecta a enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. La OMS recomienda que los adultos no consuman más de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita, mientras que para los niños menores de 10 años, la cantidad máxima es de 4 gramos diarios. Uno de los efectos más preocupantes de la sal es el aumento de la presión arterial, lo que puede derivar en problemas del corazón. Además, el riesgo de desarrollar cáncer de estómago aumenta con una dieta rica en alimentos procesados y preservados con sal.

Estudios señalan que la sal puede dañar la mucosa gástrica y promover la formación de compuestos N-nitrosos, que son potencialmente cancerígenos. Además, su consumo está vinculado con la infección por Helicobacter pylori, una bacteria que también puede contribuir al desarrollo de cáncer gástrico. La American Cancer Society refuerza esta idea, destacando que las personas que consumen grandes cantidades de alimentos salados, como carnes, pescados y verduras en conserva, están en mayor riesgo de padecer esta enfermedad.

Otros riesgos asociados al consumo de sal

El abuso de la sal no solo está relacionado con el cáncer, sino que también puede empeorar otras condiciones de salud. Enfermedades como el asma, la osteoporosis y los cálculos renales pueden verse agravadas por el exceso de sodio. Además, la insuficiencia renal es otro problema que puede surgir con el consumo elevado de sal. Por lo tanto, es fundamental estar consciente de la cantidad de sodio que ingerimos cada día y tomar medidas para reducir su consumo.

La OMS sugiere que, además de evitar el exceso de sal en nuestra dieta, debemos prestar atención a los alimentos procesados, ya que estos suelen contener cantidades elevadas de sodio, a veces sin que lo notemos. Es crucial leer las etiquetas de los productos y hacer elecciones más informadas para mantener una dieta saludable.

Alimentos con alto contenido de sal

Una de las principales fuentes de sal en nuestra dieta no proviene solo de lo que cocinamos en casa, sino de los alimentos procesados que compramos en el supermercado. Algunos productos comunes, como salsas embotelladas, cereales para el desayuno, galletas, tortillas de harina, y alimentos enlatados, contienen altos niveles de sodio. Otros alimentos, como las palomitas para microondas, los cacahuates y las botanas, también pueden ser una fuente significativa de sal en nuestra alimentación diaria.

Para reducir la ingesta de sodio, expertos de la Fundación Cardiológica Argentina y la Procuraduría Federal del Consumidor recomiendan limitar el consumo de estos productos procesados. Además, en lugar de agregar sal a las comidas, es mejor optar por hierbas aromáticas y especias como la pimienta, el comino y la cúrcuma, que no solo ofrecen sabor, sino también beneficios para la salud.

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Cómo tomar decisiones informadas

La clave para evitar los efectos negativos del exceso de sal es el control. Al leer las etiquetas de los productos y hacer elecciones conscientes, podemos reducir significativamente nuestra ingesta de sodio. Además, al elegir alimentos frescos y evitar los procesados, no solo estamos cuidando nuestra salud cardiovascular, sino también reduciendo el riesgo de enfermedades graves, como el cáncer de estómago. Mantener una dieta balanceada y moderar el consumo de sal es esencial para una vida más saludable y larga.