OMS cataloga la adicción por los videojuegos como trastornos mentales
Se le considera como enfermedad cuando la persona "continúa o incrementa el juego a pesar de que tenga consecuencias negativas".
SUIZA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que el trastorno por los videojuegos es una enfermedad mental, por lo que será incluida en la décimoprimera edición de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11), que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Según publicó Actualidad RT, el trastorno se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego continuo recurrente en línea o fuera de ella. Lo que ocasiona la pérdida de control sobre el tiempo, frecuencia e intensidad de las sesiones.
De acuerdo al comunicado, se produce un "incremento en la prioridad dada al juego, al grado de que prevalece sobre otros intereses y actividades de la vida diaria".
La esencia de los juegos es premiar la permanencia y el esfuerzo, dando recompensas en forma variable. Un mecanismo propio de -por ejemplo- las máquinas tragamonedas, que incita la compulsión y genera adicción en las personas más predispuestas. En pruebas de laboratorio con ratones, al enfrentarlos con una palanca que al usarse libera comida en cantidades aleatorias, la respuesta es la misma: la usan compulsivamente", dijo a Infobae el doctor Pedro Horvat, psiquiatra y psicoanalista.
Y destacó: "Los videojuegos no son la excepción. Los escenarios que plantean facilitan la inmersión en un mundo de fantasía. El usuario se identifica con situaciones y personajes a la vez que se va desconectando de la realidad. La música que se repite en loop y los efectos sonoros contribuyen al efecto hipnótico".
"La respuesta neuroquímica y psicológica son equivalentes en otros tipos de conductas que se terminan transformando en adicciones. Está comprobada la sensación placentera por la liberación de dopamina en el cerebro y la reducción de ansiedad ante la posibilidad de jugar. Ambas respuestas están presentes en todas las adicciones"
, detalló Horvat.
Se destacó que el trastorno puede provocar un deterioro significativo “a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes”.
En particular, se le considera como enfermedad cuando la persona "continúa o incrementa el juego a pesar de que tenga consecuencias negativas".
El especialista señaló que algunos signos y síntomas son:
- Superar las 25-30 horas de juego semanal.
- Necesidad irresistible de jugar y/o respuestas emocionales intensas cuando esto no es posible.
- Debilitamiento del rendimiento escolar o laboral por el juego.
- Marcadas expresiones de ansiedad o euforia durante la actividad.
- Empobrecimiento de los vínculos sociales y de los intereses en general fuera del juego.
- Dificultades en el dormir u otros cambios de hábitos significativos.
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