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Año Nuevo: Esfuerzo nuevo

Se suele decir comúnmente: “Año Nuevo, vida nueva”. Pero bien sabemos que las mejorías personales, en conjunto o de grupos empresariales, no ocurren por “generación espontánea”, sino a base de luchas y esfuerzos continuados, día con día.

Viene a mi memoria que dentro de la biografía del célebre político Winston Churchill (1874-1965) tuvo varios descalabros y errores; por ejemplo, en “La Campaña de Galípoli”, durante la Primera Guerra Mundial, que resultó un completo desastre.

Así que en los inicios de los años 30 se le consideraba un “político fracasado” y sus colegas le pedían que era mejor que se retirara de la vida pública porque podría hacer naufragar los planes que el Gobierno tenía.

Pero Churchill, firme en sus convicciones, comenzó a escribir artículos para la prensa y a pronunciar vehementes discursos ante el Parlamento sobre el permanente peligro de una Alemania que estaba rearmándose, frente a los dirigentes de Gran Bretaña que consideraban que había que firmar, a toda costa, un tratado de paz con Adolfo Hitler.

El 30 de septiembre de 1938, el primer ministro Neville Chamberlain logró ese acuerdo de paz junto con Francia e Italia. Pero el 1 de septiembre de 1939, Adolfo Hitler decidió invadir Polonia y este hecho fue el detonador de la Segunda Guerra Mundial.

Quedó demostrado que Winston Churchill tenía razón. En mayo de 1940, el Rey Jorge V decidió nombrarlo primer ministro en sustitución de Neville Chamberlain. Ante este importante cambio, el lema que adoptó Winston fue: “A comenzar de nuevo y seguir siempre adelante, pase lo que pase”. De nuevo manifestaba el llamado “Gran León Inglés” su valía y grandeza de espíritu que era inasequible al desaliento.

Me parece un lema inspirador ante este 2024 que comienza. Se observa un año lleno de crispaciones ante las próximas elecciones presidenciales. Existe mucho descontento social. Todo parece indicar que habrá una imposición del Presidente (a) de la República al más puro estilo del viejo PRI para instaurar un “segundo Maximato” como lo hizo el presidente Plutarco Elías Calles, quien impuso a cuatro presidentes de la Nación: 1) Emilio Portes Gil; 2) Pascual Ortiz Rubio; 3) Abelardo L. Rodríguez y 4) Lázaro Cárdenas.

El 1 de diciembre de 1934 tomó posesión el General Lázaro Cárdenas. En un principio comentó que “respetaría al Jefe Máximo de la Revolución Mexicana”, como se hacía llamar el General Plutarco Elías Calles. Pero el 10 de abril de 1936 -con un exilio forzoso- se le exigió al General Elías Calles que abandonara de inmediato el País.

Tan inesperado fue este suceso que “El Jefe Máximo” se encontraba recostado en su residencia leyendo “Mi Lucha”, de Adolfo Hitler. José Vasconcelos cuenta en sus memorias que, ya instalados ambos en Estados Unidos, el General Calles lo buscó para estudiar la manera de derrocar al General Cárdenas. A lo que Vasconcelos le respondió que su pretensión era una utopía y se negó abiertamente a colaborar con Calles.

La pregunta que flota en el aire es: ¿En caso de que el próximo Presidente (a) sea impuesto (a) de modo antidemocrático y dictatorial habría una franca oposición de la mayoría ciudadana? El tiempo lo dirá.

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