La paz territorial
América Latina sufre el fenómeno de la alta criminalidad debido a lo significativo de la alta demanda de consumo de drogas.
No es un tema nuevo ni tampoco un asunto público en donde el Estado mexicano no haya buscado intervenir para su solución. Al menos durante los últimos 20 años, y quizá más, la inseguridad en los espacios sub nacionales ha venido creciendo con la complicidad de las fuerzas policiacas, de ex funcionarios alineados a los grupos criminales, y por supuesto, a la debilidad organizacional e institucional que existe para atender un asunto complejo no sólo en nuestro País, América Latina sufre el fenómeno de la alta criminalidad debido a lo significativo de la alta demanda de consumo de drogas. Hace años un especialista colombiano señalaba que “mientras existan consumidores, el mercado de las drogas seguirá activo y los estados no podrán controlar a los grupos criminales …”
Por esa razón y otras más asociadas a la situación que guarda el País, se entiende el diseño y presentación del documento “Compromiso por la Paz”, producto de un amplio diálogo entre mil 600 instituciones y la identificación de 300 buenas prácticas después de escuchar la participación de más de 20 mil personas en más de mil foros y conversatorios que se realizaron en los últimos dos años a lo largo y ancho del País, según puede leerse en el documento que se presentó el pasado lunes de esta semana, con la participación de las dos candidatas y el único candidato que buscan la Presidencia.
No hay que regatear nada a la iniciativa, el ejercicio es inédito, trasparente, bien intencionado, trabajado por, según leo, un grupo de especialistas para cada uno de los siete temas: Tejido social, seguridad, justicia, cárceles, adolescentes, gobernanza, y derechos humanos como eje transversal para la paz. Tampoco, creo, habría que cuestionar lo que el candidato y las candidatas señalaron en la ceremonia del proceso de firma, pues lo que dijeron fue en función de su libertad de expresarse sobre el tema en cuestión. Además, debió aclararse que ninguna de ellas y él debe usar el documento para sumar a su batalla política en plena campaña, considerando que es un documento que delinea estrategias para cumplirse. Incluso, la Iglesia debe tomar sana distancia ahora que el documento está firmado.
¿Qué sigue? En mi opinión, hay ideas que pueden pulirse. Pienso que la visión que viene en el documento sobre la perspectiva municipal aún puede mejorarse. Incluso refleja los sesgos que todo argumento pensado desde el Centro refiere sobre la vida específica local. Algo similar pasaba con los viejos estudios sobre el federalismo cuando los autores hablaban de las regiones y municipios viviendo en el centro del País. En concreto no vi a muchos redactores que vivan en provincia.
Por otra parte, no encontré ningún respaldo teórico que sustenten las estrategias, pese a que la lista incluye a destacados académicos expertos en el tema. Por lo mismo, el documento se ve práctico, tipo recetario, con propuestas descriptivas de lo que pienso se rescató de los Foros. Para cada tema se encuentra una descripción del problema, propuestas a nivel federal, estatal y municipal, y una breve conclusión.
Si el nuevo Gobierno federal (gane quien gane) va a retomar las propuestas más plausibles, quizá conviene pensar en lo que la Teoría de la Paz Territorial viene argumentando: ¿La estabilidad democrática genera paz, o, la paz genera democracia? ¿EL País está en guerra? No lo sé, pero el reto es enorme para el nuevo Gobierno. Por lo pronto, ya se dio el primer paso en donde se demostró que es posible trabajar colectivamente por el bien de México, incluso también se podría trabajar para dejar la polarización política afectiva de lado.
Doctor en Ciencia Política por la Flacso-México
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí