El problema son las consecuencias
La detención de parte de las autoridades estadounidenses de dos de los más renombrados líderes del narcotráfico en México está registrando en una gran cantidad de lecturas.
La detención de parte de las autoridades estadounidenses de dos de los más renombrados líderes del narcotráfico en México está registrando en una gran cantidad de lecturas.
Sobre todo la de Ismael “El Mayo” Zambada, considerado el más antiguo líder de uno de los cárteles también más antiguos del país y del mundo, identificado como el último de la vieja guardia.
En décadas no se conoció ningún operativo de parte de las autoridades mexicanas, incluso norteamericanas, para capturarlo.
Nada que ver con aquellas peliculescas persecuciones que hubo contra Joaquín Guzmán Loera por calles, barrios, casas y hasta alcantarillas de Los Mochis, que por cierto ahora aparece como una de las ciudades con menor percepción de inseguridad.
La respuesta del Gobierno mexicano ha sido errática, confusa en momentos y hasta contradictoria en otros.
No hay un mensaje claro, cuando mucho la interpretación básica que hasta el propio presidente tiene en su mañanera del viernes, diciendo que el problema no se acabará porque aunque hayan agarrado a ese señor, sigue habiendo en Estados Unidos un grave problema de consumo, una demanda que si Zambada o Guzmán no cubren, otros lo harán.
Y si, pero viniendo de un Gobierno esa es una reacción con poca consistencia, que pareciera esconder más desagrado que otra cosa.
Y no porque lo hayan detenido, como algunos lo interpretan, sino porque no supieron, no les avisaron.
Vaya, ni a la Marina Armada de México, que suele ser la institución más confiable para el Gobierno vecino cuando se trata de estos temas, incluyeron en el operativo para provocar que Zambada junto con el hijo de “el chapo” Guzmán volaran hasta un aeropuerto de Texas donde finalmente fueron asegurados.
Sin embargo, lo sucedido supone una recomposición de fuerzas dentro de los grupos criminales asentados en territorio mexicano, pero con importantes operaciones en Estados Unidos y en muchos otros países del mundo.
A menos que a ese importante “golpe” le siga otro para desmantelar a los cárteles contrarios al de Sinaloa, que según los expertos pudiera desmoronarse en poco tiempo…aunque yo lo dudo.
La virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, se ha mantenido al margen del tema al menos en sus redes sociales, en donde no vimos que se pronunciara.
Y hace bien, no le toca aún meterse en esos asuntos tan complejos, aunque debe estarse documentando tan bien como lo sea posible porque aunque las cosas no sucedieron en su Gobierno, cuando veamos las consecuencias ya estará ella al mando.
Acá en Sonora los mecanismos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública están en alerta, sobre todo en los municipios de la frontera con Estados Unidos,
Ayer tuve la oportunidad de hablar en mi programa de radio con titular de esa dependencia, Víctor Hugo Enríquez, quien me dijo que eso no ha motivado operativos especiales, aunque se mantienen en coordinación con el Gobierno federal y en comunicación con autoridades del otro lado de la frontera.
La detención de Zambada llega en una especial coyuntura local, cuando se han incrementado los operativos en la región Norte de Sonora, reportando aseguramiento de personas, armas y drogas.
Además cuando las cosas se han calmado un poco en Ciudad Obregón y Guaymas y durante los primeros días de la implementación del mando único policial en San Luis Río Colorado, cuya policía local ha sido golpeada por grupos criminales.
Algunos de los elementos de esa corporación estarían bajo sospecha, sobre todo tras el asesinato del jefe policiaco local.
Por cierto, estos días no han sido los mejores para la seguridad en la capital del Estado, en donde se contabilizan ya cerca de 20 muertes violentas que estarían relacionadas con la pelea entre dos grupos criminales que están plenamente identificados.
El gobernador Durazo lo dijo y el secretario Enríquez lo corrobora: Hay una pelea por el control de las cosas en Hermosillo.
Incluso ya hay detenidos relacionados con algunos de esos ataques.
En fin, que este es un momento complejo, porque hasta se mezcla con la lucha por la presidencia de los Estados Unidos, en donde al menos Donald Trump agarra (again) a México de piñata, lanzando duros ataques contra nuestro país por el tema del narcotráfico, ahora secundado por el candidato a vicepresidente.
Pareciera que el verdadero problema es lo que lo que le sigue a lo sucedido el jueves.
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