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Si hay certidumbre crece el peso y PIB

¿Qué tan probable es que Morena cambie el plan de juego con Sheinbaum?

Efecto Multiplicador

Si el Gobierno federal empieza a jugar un nuevo juego donde el Estado de Derecho es prioritario al igual que la reconciliación ciudadana, el reforzamiento de la seguridad pública y la promoción de la inversión productiva; la confianza volverá a México.

En esta esperada nueva dinámica nacional (donde los ánimos ideológicos se minimizan), diversos indicadores clave de la economía empezarán a reportar resultados favorables y el círculo virtuoso se manifestará en la mejoría productiva del País.

Es un hecho que al generarse certidumbre, el tipo de cambio peso-dólar estará de lado de la moneda mexicana. La apreciación del peso será una realidad y esta se reflejará en automático -por simple aritmética- en el valor del Producto Interno Bruto (PIB).

De un plumazo, el PIB mexicano empezará a subir como la espuma y se abrirá paso en el selecto grupo de las 10 economías más grandes del mundo.

No es la misma un tipo de cambio de 20 pesos que uno de 15; en el primer caso el PIB se valúa en 1.26 trillones de dólares para un per cápita de 9 mil 900 dólares. En el segundo caso (con un dólar de 15 pesos) el PIB da el salto a 1.68 trillones y un per cápita de 13 mil 211 dólares. Sin crecer se crece por el efecto directo de la apreciación del peso.

Entonces, si la nueva presidenta de México Claudia Sheinbaum, suaviza desde sus primeras semanas en el poder el paquete de reformas lopezobradoristas, los mercados financieros y las agencias calificadoras empezarán a bajar la guardia y el fantasma de la fuga de capitales se aplacará.

Las inversiones nacionales y extranjeras de gran magnitud, con planes de aterrizar en México, se reactivarán tanto como las perspectivas de más empleo y mejor pagado; asimismo, crecerían las expectativas de los ingresos públicos robustos sin la necesidad de una inmediata reforma fiscal.

Este escenario por demás positivo será posible desde el corto plazo, si sólo si termina el ejercicio del Gobierno federal de etiquetar a la ciudadanía entre buenos y malos, si se hacen las pases con el sector empresarial y si se trabaja desde el poder con los de oposición.

En los momentos turbios que sacuden al mundo, se requiere en el País de un Ejecutivo federal que promueva la certeza jurídica y la verdadera unión ciudadana, porque Estados Unidos y sus negociadores no se tentarán el corazón a la hora de pedirle cuentas a México por los desencuentros con las reformas de AMLO.

Con el contraataque estadounidense, las bondades del T-MEC podrían pasar a la historia y la economía mexicana se iría a pique.

¿Qué tan probable es que Morena cambie el plan de juego con Sheinbaum?

Nos gustaría decir que es muy probable, pero las señales revelan totalmente lo contrario.

En este caso el PIB agarra el camino sinuoso y le batalla para crecer por la depreciación del peso y por el efecto real de una producción física de bienes y servicios en retroceso.

SÓLO BUENOS DESEOS

Se quiera o no, la nueva realidad de México la delinea y la seguirá delineando el presidente López Obrador y sus aliados.

Está claro que el mandatario goza de enorme poder en el Ejecutivo federal aún cuando “se vaya”; también tiene todos los hilos del Congreso de la Unión y no tarda en hacerse del Poder Judicial.

En esta nueva realidad de la existencia de un partido todopoderoso (construido minuciosamente por AMLO), el futuro inmediato del País se ve difuso y por lo mismo se desaniman los pronósticos del PIB, del costo del dinero, de la inflación y de las relaciones comerciales con los principales socios.

Por si fuera poco, las agencias calificadoras están al pendiente de la transición de poderes en el País y de las primeras acciones de la Presidenta electa. El interés se centra en el Presupuesto para el año fiscal 2025 que de no ser convincente, las calificaciones para México bajan y la deuda sube.

En consecuencia la economía nacional se descompone -más todavía-, pero eso es lo de menos pues la 4T le sigue de frente con su proyecto político de mantenerse por sexenios en el poder con el respaldo del pueblo bueno y sabio el cual está dispuesto a sacrificarse para mantener viva la llama del lopezobradorismo.

Así, la incertidumbre se dispara, el PIB nacional se empequeñece -al igual que el per cápita- mientras la clase política en el poder se enriquece. Los temores de gran parte de la población mexicana pintan para cristalizarse.

Javier Villegas Orpinela es presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía Unison.

jvillegas@correorevista.com

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