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Es Claudia

Muchas cosas estamos viendo hoy, pero lo que no vemos aunque lo tengamos frente a nuestra narices es que AMLO ya se va.

Sergio Valle

Uno a uno se van haciendo realidad los escenarios que estaban claramente previstos al conocerse el resultado de la elección del pasado 2 de junio.

Las consecuencias se verán después.

Sin mayores problemas ha sido aprobada la reforma al Poder Judicial, por lo que los días de mucha gente ahí están contados.

El lunes que viene el Instituto Nacional Electoral iniciará con la planeación del proceso de elección de jueces, ministros y magistrados y no parece que nadie pueda hacer nada para evitarlo.

El golpe ha sido dado y muy fuerte. Ayer mismo por la madrugada se puso en la Constitución lo que en la práctica ya se venía viendo: Colocar a la Guardia Nacional bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Con algunos matices, pero finalmente eso también se vio venir desde el principio del año y los morenistas esperaron pacientemente hasta tener la mayoría calificada que ahora tienen para empujar sin problema los cambios solicitados desde Palacio Nacional.

Existen muchos escenarios probables frente a todo esto que vemos en el plano nacional.

Yo la verdad prefiero esperarme a que tome el mando la doctora Claudia Sheinbaum, porque hoy parece estar ella a la expectativa de todo lo que se dice, se debate y hasta de lo que se aprueba.

No sabemos si ella va a matizar algunas de esas reformas, incluso si podría detener otras que no alcanzarán a aprobarse en estos días previos al cambio de Gobierno.

El nivel de su gabinete se advierte superior al de quien será su antecesor a partir del 1 de octubre.

Muchas cosas estamos viendo hoy, pero lo que no vemos aunque lo tengamos frente a nuestra narices es que AMLO ya se va.

El sistema político mexicano está diseñado para quien está al frente tenga todo el poder, pero todo.

Y la que estará al frente es Claudia.

PRIMER SAQUE

Hay otra pista de la política de la que poco hablamos en estos momentos, pero me parece que a partir del próximo año será un tema más recurrente. Vamos a entretenernos un rato, al cabo es sábado y se descansa.

Me refiero a los esfuerzos que harán algunos personajes de la política local para alcanzar la próxima gubernatura, que aunque sea de tres años sigue siendo un apetitoso destino para cualquier político.

En principio hay que entender que para 2027 muy probablemente Morena seguirá siendo una fuerte maquinaria electoral, capaz de seguir arrasando en las urnas.

El desgaste será natural, es inherente al ejercicio de Gobierno, pero no sería suficiente para derrotarlos.

La oposición se advierte aún débil frente a un oficialismo que se sigue fortaleciendo, al margen de cómo usted amable lector interprete eso, si lo festeja o lo lamenta.

Vamos a un par de ejemplos. Acaba de iniciar el segundo periodo de Antonio Astiazarán como alcalde de Hermosillo, al momento es el único con la estatura suficiente para enfrentarse a esa poderosa maquinaria que todavía será Morena dentro de tres años.

Al final del periodo anterior, se descompuso un poco el tema de la seguridad con ejecuciones y levantones que fueron rápidamente controlados.

Me perece que tanto Astiazarán como el propio Gobernador tenían razones de mucho peso para coordinar una estrategia exitosa.

Alfonso Durazo no ha sido prejuicioso a la hora de tratar con gobernantes distintos a su partido, ha demostrado que con él se puede acordar y lo que se acuerde se cumplirá.

La primera y única que mencionaré, es que a nadie conviene una capital inmersa en problemas de inseguridad, no se puede ni se debe arriesgar la gobernabilidad en la principal ciudad de Sonora.

Creo que eso lo entendemos todos, al margen de nuestras filias o fobias políticas.

Y de ahí en adelante póngale usted las que quiera.

El alcalde de Cajeme, Javier Lamarque, que también repite en el cargo ha dejado correr la versión de que buscará la candidatura de Morena al Gobierno de Sonora.

Tampoco sería novedad, porque ya en los inicios de ese movimiento él fue candidato.

Sin embargo al pertenecer a un partido tan fuerte, tendría que pasar muchos más filtros que el propio Astiazarán, quien prácticamente debe tener la nominación en la bolsa.

Lamarque no, porque al tener Morena tan altas intenciones de voto, muchos la van a querer.

Luego le seguimos con más nombres y posibles escenarios.

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